Inmediatamente después de que un jurado determinó que Taylor Swift fue toqueteada por un locutor de radio entre bambalinas antes de un concierto en Denver en el 2013, la cantautora abrazó a una de sus principales aliadas, su madre, y luego dijo que espera que el veredicto inspire a otras víctimas de abuso sexual.
Swift abrazó a su llorosa madre luego que el jurado integrado por seis mujeres y dos hombres decidió el lunes en una Corte Federal de Distrito que el exlocutor de Denver David Mueller le agarró una nalga durante una sesión de fotos hace cuatro años.
Cumpliendo con el pedido de la superestrella del pop, los jurados le otorgaron un dólar en daños, un monto que su abogado, Douglas Baldridge, llamó "un solo dólar simbólico, el valor de lo que es inconmensurable para todas las mujeres en esta situación".
Swift emitió un comunicado en el que les agradeció a sus abogados "por luchar por mí y por cualquiera que se sienta silenciado por un abuso sexual".
"Mi esperanza es ayudar a aquellos cuyas voces deben ser escuchadas", dijo, y prometió hacer donativos no especificados a grupos que ayudan a víctimas de abuso.
Nancy Leong, una profesora de derecho de la Universidad de Denver, dijo que el veredicto es importante porque "estamos llegando al punto en la sociedad en que les creen a las mujeres en la corte. Por muchas décadas y siglos, ese no fue el caso".
Leong, que también enseña estudios de género en la universidad, dijo que el veredicto inspirará a otras víctimas de abuso sexual a pronunciarse.
"El hecho de que le creyeron permitirá que las mujeres entiendan que no serán desacreditadas automáticamente, y creo que eso es algo bueno", expresó.
La madre de Swift, Andrea Swift, trató de mantener la acusación en privado al no recurrir a la policía. En vez, el equipo de la cantante alertó a los jefes de Mueller.
Pero el caso salió a la luz cuando el locutor demandó a Swift por hasta 3 millones de dólares, argumentando que su señalamiento le costó un empleo con salario de 150.000 dólares anuales en la estación country KYGO-FM, donde era el anfitrión de la mañana.
"He estado tratando de limpiar mi nombre por cuatro años", dijo Mueller a reporteros tras escuchar el veredicto, explicando por qué demandó a Swift. "Mi única opción era la corte civil. Era la única manera de hacerme escuchar".
Al aparecer el martes en el programa de ABC "Good Morning America", Mueller dijo que podría apelar e insistió en que no hizo nada malo.
"Puedo pasar un detector de mentiras", aseguró.
Luego que Mueller demandó, Swift presentó su propia demanda contra el locutor por abuso y agresión. Durante una hora de testimonio la semana pasada, la cantante condenó una descripción simple del abogado de Mueller, Gabriel McFarland, de lo ocurrido. Mientras Mueller declaró que nunca manoseó a Swift, ésta insistió en que fue toqueteada.
"Él se mantuvo aferrado a mi nalga desnuda mientras yo trataba de alejarme de él", declaró la estrella. "Definitivamente fue un agarrón, un agarrón muy largo", agregó.
Mueller negó enfáticamente que haya metido su mano bajo la falda de la cantante o que la tocara indebidamente, e insistió en que solo le tocó las costillas cuando posaban en una posición extraña para una foto antes del concierto de Swift.
Esa foto era prácticamente la única evidencia, aparte del testimonio.
En la imagen, mostrada al jurado durante la presentación de los primeros argumentos pero que no fue hecha pública, la mano de Mueller está detrás de Swift, justo debajo de su cintura. Ambos aparecen sonriendo y la exnovia de Mueller está del otro lado de la cantante.
Swift testificó que después de que fue tocada le dijo parcamente a Mueller y a su novia "gracias por venir" y que siguió tomándose fotos con otras personas porque no quiso desilusionar a sus fans.
Pero dijo que acudió de inmediato a su fotógrafa cuando terminó de saludar a todo el mundo y encontró la imagen de ella con Mueller. Swift le contó a la fotógrafa lo sucedido.
La madre de Swift, Andrea Swift, testificó que le pidió a su contacto en la radio Frank Bell que hablara con los jefes de Mueller. No llamaron a la policía para evitar traumatizar más a su hija, dijo.
"Definitivamente queríamos que esto se mantuviera en privado, pero no queríamos que él se saliera con la suya", declaró Andrea Swift.
Bell dijo que le mandó la fotografía por email a Robert Call, el gerente general de KYGO, para que la usara en su investigación de Mueller. Bell señaló que no pidió que Mueller fuera despedido, pero sí que se tomaran las "acciones apropiadas".
Los jurados también rechazaron los alegatos de Mueller de que Andrea Swift y Bell le costaron su trabajo.
El juez federal de distrito William Martínez desestimó el viernes pasado argumentos de que Taylor Swift arruinó la carrera de Mueller. Decidió que el equipo legal de Mueller no presentó evidencia de que la superestrella, de entonces 23 años, hiciera más que reportarle a sus representantes, incluida su madre, que había sido manoseada.