El maltrato de baja frecuencia que representa el micromachismo se refuerza con pensamientos tradicionalistas y atavismos que suponen que ellas “no tienen capacidad” de realizar ciertas actividades o las desarrollan deficientemente. Ello genera un entorno de inequidad para las mujeres que maniobran vehículos. Las actitudes de micromachismos se pueden traducir en:
-Mansplaining (acción de explicar algo asumiendo que la otra persona no lo sabe o le cuesta entenderlo). Por ejemplo, dar consejos no solicitados sobre cómo maniobrar un vehículo.
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-Asumir que las mujeres no saben conducir. Un micromachismo muy arraigado consiste en pensar que las mujeres poseen una menor capacidad para manejar.
-Preferir que un hombre sea quien esté al volante antes que una mujer.
Micromachismos, riesgo para las mujeres conductoras
En cualquier ámbito social, la inequidad trae consecuencias de alto riesgo, en el caso de los micromachismos, se pueden generar la falta de oportunidades de trabajo y diferencias económicas entre hombres y mujeres. En rubro de las mujeres conductoras, las consecuencias se extienden a:
- Agresiones en ruta. Son frecuentes las agresiones verbales hacia las mujeres dentro de los entornos viales cotidianos. Los cerrones y los sonidos de bocinas de los carros tampoco están exentos y sobra decir que ponen en riesgo la integridad de todos.
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-No estar preparadas ante eventualidades. La idea que prevalece acerca de que los hombres son quienes dominan en los entornos viales puede provocar que ellas no decidan estar preparadas ante eventualidades, tales como averías, accidentes u otros problemas de tránsito.
-Problemas de autoestima. Muchas mujeres corren el riesgo de asumirse como “no aptas para conducir”, por lo que les puede costar un esfuerzo extra llegar a hacerlo. Esto resta a su autoestima.
Este escenario puede provocar la normalización de violencia de género y sus expresiones, que en los casos más graves engrosan las estadísticas en feminicidios (en América Latina, la Cepal muestra cifras por encima de una víctima de feminicidio por cada 100 mil mujeres). De ahí la urgencia de saber identificar y erradicar las expresiones micromachistas que, como en muchos ámbitos, aún prevalecen para las mujeres que conducen vehículos.
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