El fenómeno migratorio en la frontera colombo-venezolana da para todo, incluso, para el don de la vida.
Cuando el reloj marcaba las 10 de la mañana del domingo, y mientras cientos de personas cruzaban afanosamente la línea de frontera por el puente internacional Francisco de Paula Santander, en Cúcuta, debajo de este elevado nacía la pequeña Eliani Karikobaghasa Martínez.
Se trata de una bebé Yukpa cuya familia se encuentra sobreviviendo con la venta de sombreros tejidos en Colombia y de la caridad de los habitantes del sector de El Escobal, en donde se han instalado, dicen, por la cruda realidad que se vive en el vecino país.
No se sabe exactamente cuál fue el peso o la talla de la niña, sin embargo las condiciones de salud de la beba son excelentes.
Lo que sí se pudo establecer fue que el lugar de nacimiento no fue el más propicio. La recién nacida llegó al mundo bajo árboles riparios, muy cerca del río Táchira, entre sapos, roedores, serpientes, zancudos, heces humanas y una espesa nube de moscos.
Aunque por las tradiciones de este pueblo indígena las mujeres paren solas o con el acompañamiento de una partera, se conoció de primera fuente que durante el nacimiento los indígenas carecían de plantas medicinales, las cuales solo se consiguen en el municipio de Machiques de Perijá, Estado Zulia (Venezuela) de donde provienen.
Hasta el lunes, la mujer y su bebé estuvieron más de 24 horas bajo el puente, sin recibir alimentos o atención médica, pues este nacimiento se mantenía en secreto por toda la comunidad dadas sus costumbres ancestrales.
Solo hasta las 3 de la tarde, Marcelina Martínez Romero, de 22 años, madre de la criatura, y otras 5 madres en gestación, recibieron ayuda de una persona que no es del círculo de su comunidad.
La mujer se llama Betzabé Mora, líder comunitaria, quien ha denunciado a las entidades del Estado por el abandono en que se encuentran los niños de este pueblo indígena.
Mora dijo que la madre india presentó un cuadro de fiebres y descompensación luego del parto, por lo cual decidió llevarla con la bebé hasta el Hospital Universitario Erasmo Meoz, donde hasta el lunes no se conocía el reporte médico.
"Con ella me llevé a cinco indígenas más, que se encuentran en trabajos de parto", señaló la líder comunitaria.
Antes del parto. Denis Mauricio Karikobaghasa, el joven padre Yukpa de 18 años, informó que el fin de semana cruzó con su mujer en gestación la frontera hacia Venezuela para cumplir con el voto, en las elecciones para elegir alcaldes; sin embargo, cuando regresaron, al llegar al puente, Marcelina dijo que tenía ganas de orinar, por lo que la acompañó hasta un sector boscoso; de repente se tiró al suelo y empezó el trabajo de parto.
Sin personal médico y siguiendo las tradiciones indígenas, la partera Yasmeli Valbuena y la abuela de Marcelina procedieron a acompañar el nacimiento, el cual tardó 10 minutos. Sin palabras.