‘Hasta no ver, no creer’, pareciera ser la frase más acertada para catalogar la visita de los embajadores de Alemania, Michael Bock, y Francia, Gautier Mignot, quienes concluyeron que la condición de la frontera, en Norte de Santander, “está bajo control”.

“No solo leer lo que dicen los medios sino ver de primera mano”, señaló Bock, para quien “no hay el clima de crisis del cual uno está hablando muchas veces en la capital”.

Aunque se mostró impresionado por el flujo “tan grande de gente viniendo y saliendo de Venezuela”, resaltó el control fronterizo.

“Todos de buen humor”, dijo. “Enhorabuena; los felicito por este manejo tan profesional de la situación, que no es fácil”.

Por su parte, Mignot hizo un recorrido más largo y de reconocimiento general de la condición migratoria, ya que visitió el puente internacional Simón Bolívar y el Centro de Migraciones.

En este lugar, a puerta cerrada, el embajador compartió mesa y almuerzo con el coordinador del lugar, Francesco Bortignon, y luego de un recorrido por el lugar se dirigió al puente.

Afuera, algunos hombres tatuados preguntaban quién era ese señor y las madres, cargando a sus hijos, se acercaban a la puerta cuestionando si se sabía qué iba a pasar con los venezolanos.

Aunque la presencia de migrantes es notoria allí, y actualmente se cuentan 160 personas, el embajador recalcó que “no todos son venezolanos, y hay muchos colombianos que regresan o son desplazados por el conflicto, y familias mixtas”.

Ya en Villa del Rosario, sin despertar la atención, sostuvo un breve encuentro en las instalaciones de Migración Colombia donde un centenar de personas sellaba sus pasaportes para salir fuera del país, o emigrar a otras ciudades.

En el puente, declaró que si bien hubo “flujos relativamente intensos de ambos lados, los servicios de Migración están controlando perfectamente”.

“Esperamos que mejore la situación en Venezuela, para tener una frontera entre países vecinos con más intercambio comercial, y no solo de personas”, agregó.

Concluyó que aunque se debe vigilar la frontera, hay que evitar caer en alarmismos y reconocer que hay una “actitud de acogida” y capacidad para afrontar este complejo  caso.

Del mismo menú de los migrantes probó el visitante extranjero, quien se mostró solidario y tranquilo tras su visita a la frontera.

Se habló del Catatumbo

En el encuentro de los embajadores con el gobernador William Villamizar, el mandatario expuso el proyecto de la instalación de una ciudadela universitaria en la región del Catatumbo, el cual fue bien recibido por los diplomáticos.

Al respecto, Mignot resaltó que “hay un gran reto de educación en las zonas de posconflicto” y expresó que espera poder visitar la zona en unos meses.

Aunque no se pactó ningún compromiso económico, la Gobernación quedó con la tarea de presentar una propuesta, con miras a vincular a las embajadas en la ambiciosa iniciativa de llevar educación superior a esta zona del departamento.

También se resaltó la implementación de los Diálogos Útiles por la paz, en los cuales se involucra a la sociedad nortesantandereana, en la construcción y reconocimiento del proceso de paz.