El Colegio Gremios Unidos que a la fecha tiene más de 110 años de funcionamiento ininterrumpido fue creado como una alternativa para favorecer a las clases menos favorecidas de la ciudad, cuando la educación era una prerrogativa de los más privilegiados con el auspicio de los gobernantes de turno y el respaldo de la iglesia católica; primero en su sede de la avenida cuarta, a espaldas del palacio de la gobernación del Departamento, y a partir de 1971, en el barrio Pescadero donde se construyó la “Concentración Benjamín Herrera”, una funcional y cómoda edificación cuya obra fue dirigida por los doctores Julián Caicedo y Héctor Alarcón.
Luego de esta breve introducción, veamos de manera sucinta, lo sucedido con las primeras promociones de bachilleres. Transcurrieron más de cincuenta años antes que el Ministerio de Educación le otorgara licencia para conceder los títulos de bachilleres a sus estudiantes. La primera de estas promociones sucedió en 1963, gracias a la expedición por parte del Ministerio de Educación Nacional, de la resolución 2196 de ese año, en la cual se resuelve “…aprobar hasta nueva visita los dos ciclos oficiales de Educación Media (1° a 6°) del COLEGIO GREMIOS UNIDOS de Cúcuta, establecimiento para varones de propiedad de la Sociedad de Artesanos GREMIOS UNIDOS y la Universidad Libre, regentado por el señor Felipe Ruan”.
Fueron 17 los alumnos que recibieron su “cartón”, todos ellos jóvenes de clases populares que tuvieron la fortuna de beneficiarse de los recursos y disponibilidades que les brindó la institución y sin los cuales no hubieran tenido otra elección.
Para no extenderme en los detalles de los integrantes de esta promoción, me permitiré, con la venia de los omitidos, mencionar sólo algunos de ellos seleccionados de manera aleatoria, sólo teniendo en cuenta algunos detalles posteriores de sus vidas que los destacaron entre la población local.
Cabe mencionar que el estudiante más conocido de esa promoción fue el destacado músico, guitarrista, compositor y cantante Arnulfo Briceño desaparecido trágicamente en un accidente aéreo en junio de 1989. En la reseña presentada el día de su graduación, se lee que nació en Villa Sucre, un corregimiento de Arboledas, el 26 de junio de 1938. Durante sus estudios se desempeñó simultáneamente como locutor profesional en la Voz del Norte. Al término de sus estudios de bachillerato su ideal era estudiar ingeniería metalúrgica, la que habría elegido por considerar que era la carrera que más se necesitaba en el país, sin embargo, años más tarde estudiaría Derecho, en la misma universidad que le dio la oportunidad de culminar sus cursos de colegio.
Pero el estudiante más destacado, quien ocupó el puesto de mejor estudiante de la promoción fue Carlos Eduardo Triana R. En el anuario que para la ocasión se publicó se lee que nació en Pamplona y que realizó sus estudios primarios en Venezuela. Al regreso de su familia a la ciudad, se matriculó en Gremios Unidos y allí cursó desde el quinto curso de primaria hasta su culminación. En entrevista que le hicieron para conocer sus opiniones acerca de su futuro, dijo estar convencido de las profundas deficiencias del bachillerato colombiano y de la educación en general y que este problema solamente podría ser resuelto mediante un cambio radical de las instituciones del país. En ese momento su intención era estudiar ingeniería química o en su defecto ingeniería metalúrgica, las que consideraba de gran utilidad para un país en vías de desarrollo como Colombia.
Como mejor estudiante de la promoción, el colegio le otorgó una beca para estudiar en la Universidad Libre el Bogotá, pero sólo incluía el valor de la matrícula, razón por la cual le era imposible desplazarse a la capital y estudiar allí. Con el cartón en la mano y la ayuda del doctor Alirio Sánchez Mendoza, el diario La Opinión le dio la mano vinculándolo como colaborador haciendo horóscopos, crucigramas y la página social. No duró mucho en esa actividad ya que su intención era estudiar una carrera universitaria. Residenciado en Bogotá obtuvo trabajo de profesor de álgebra en el Gimnasio Venecia con tan mala suerte que a los tres meses, la institución quebró, sus directivos huyeron a Chile, dejándolo con sus deudas que acumulaban cuatro meses de atraso. Como pudo se las arregló para solventar su situación y salir avante prácticamente solo y sin mayor ayuda.
Durante su infancia, en 1961, se había destacado como ajedrecista, llegando al podio como campeón departamental infantil del juego ciencia, afición que le permitió, durante sus estudios universitarios en Moscú, concurrir a las llamadas “olimpiadas” donde 69 países se disputaban el cetro de ese deporte. Como reconocimiento a la puntuación obtenida, calificó para jugar las simultaneas con los ex campeones mundiales, Michail Botvinnik y Mijail Tal, con quienes pese a los mates recibidos, intercambió interesantes anécdotas.
Aprovechando la agitación política de mediado de los años sesenta, leyó en la revista Unión Soviética que se estaban promocionando unas becas para estudiar en la URSS, y fue así como 30 jóvenes, que como él fueron seleccionados y becados, se embarcaron a ese país. Luego de los cursos del idioma local y del cumplimiento de las normas académicas, la universidad rusa de la Amistad de los Pueblos conocida ahora por sus siglas RUDN y que el 1961 había recibido el nombre de Patrice Lumumba, uno de los símbolos de la lucha de los pueblos africanos por su independencia, le otorgó el título de Ingeniero Civil y posteriormente cursó y aprobó la especialización en Obras Hidráulicas con énfasis en represas, como la actual Hidroituango.
Ya como ingeniero regresó a Colombia, lleno de esperanzas en trabajar por el país, pero la incomprensión, el fanatismo político y religioso y el desconocimiento de los títulos obtenidos en la URSS, le hicieron desistir de su empeño debiendo trasladarse a Venezuela, donde los prejuicios y los factores políticos no eran tan diferentes. Sin embargo, los requerimientos de profesionales calificados le permitieron revalidar su título de Ingeniero Civil y abrirse camino como ingeniero Proyectista y ejecutor de Obras Hidráulicas y desempeñarse como profesor universitario en su campo.
Hoy Carlos Eduardo Triana regresó a su terruño luego de que el populismo se instaurara en la vecina república y una nación rica en recursos naturales, llevara a la pobreza a sus residentes y obligara a sus jóvenes a migrar ante la falta de oportunidades.
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Redacción
Gerardo Raynaud D.
gerard.raynaud@gmail.com