1. Noticia económica:

Para comenzar con las noticias que se conocieron hace cien años, es bueno recordar que por la ciudad se realizaban gran parte de las exportaciones de café como se constata en la siguiente información detallada publicada en enero de 1924, donde se incluye el nombre de los embarcadores:

2. Noticia social

Las controversias ideológicas eran frecuentemente defendidas en los medios de comunicación, que por esa época eran sólo escritos. A raíz de un episodio durante el cual resultó asesinado un importante líder local político opositor, tuvo a bien presentar la defensa  de sus copartidarios, en las páginas del diario El Trabajo, quienes fueron duramente atacados como promotores y partícipes del execrable hecho por el solo hecho de pertenecer al partido de gobierno; por esta razón un grupo de simpatizantes, le ofreció un homenaje  el cual fue reseñado así:

“En un acto muy simpático cumplido el pasado sábado 15 de marzo de 1924, durante el cual se ofreció una serenata al Dr. Pedro Vega Ranjel por parte de algunos integrantes del partido conservador como testimonio de su aprecio que con sus artículos “Mirando al Misterio” supo salir en defensa de la causa ante las imputaciones que le hicieran los periódicos de la oposición al achacar al conservatismo la responsabilidad en el asesinato del General Durán y los cuales suscribió el amigo con la firma de A. Reynol. Hablaron en esta manifestación los señores Guillermo Cote Bautista, Hugo S. Ruan, Clemente M. Blanco y José María López. Todos los discursos fueron calurosamente aplaudidos y de adhesión al programa conservador ante las arremetidas del liberalismo al Gobierno. La contestación del Dr. Vega Ranjel dejó en los espíritus, la fe de la doctrina y al retirarse los concurrentes llevaron todos gratas impresiones y la satisfacción de haber realizado un acto de justicia”.

3. Nota de saludo y reconocimiento:

Entre los personajes sobresalientes de la ciudad se destacaba uno que por su dedicación a las labores de beneficio social y comercial era muy apreciado; por esta razón el interdiario El Trabajo publicó la nota:”…de la tierra donde germinan a la par la poesía y el arte, de esa magnífica tierra de los cielos joyantes que copian las ondas milagrosamente hermosas del Adriático, de esa tierra santificada en los siglos de los siglos por el espíritu de la belleza, tierra clásica de aquel pueblo vigoroso que señoreó en el orbe el influjo de su fuerza y de su cultura, de Italia la eterna, ha llegado a la ciudad, el caballero don Tito Abbo, verdadero exponente del gentil-hombre romano, armado de todas las exquisiteces y de todos los refinamientos sociales.

Su ascendiente simpático, la ecuanimidad que distingue al don de gentes de los hijos de la que fue señora del mundo, la Roma de los Césares, caracteriza en don Tito, la espiritualidad y energía de aquella. Cualidades y condiciones tan preciosas como meritorias las ha puesto siempre y tesoneramente el señor Abbo al servicio y al bien de Cúcuta en cuanto corresponde al adelantamiento de la capital, así se patentice ese adelantamiento en las mejoras urbanas o en la evolución intelectual y espiritual de las masas. Y por eso, aquí y en muchas leguas a la distancia, se le aprecia, se le estima y se le respeta. Y de ahí que este medio se complazca en exornar sus columnas  con el retrato del excelente amigo de nuestra ciudad, que hace suyas así las desdichas como las venturas que se nos alían”.

4. El peor incendio del año:

La nota triste y lamentable de ese año fue sin duda, el incendio que destruyó en su totalidad el afamado almacén de telas y farmacia de los señores Van Dissel, Rode & Co. Sucs. antigua y respetable de firma de comercio extranjero en la plaza y cuyas expansiones comerciales han alcanzado un gran radio en esta comarca.

Se lee en el periódico esta noticia así: “…los detalles del siniestro, relatados por un testigo presencial, pueden resumirse así: despertaba el día y al iniciarse una bella mañana de verano, sorprenden las campanas la disposición espiritual del  día domingo con el trágico toque de rebato. Vertiginosamente vuela la noticia del incendio, poniendo inquietudes a todos los hogares que se disponían a oir la misa del día de fiesta. ¡Fuego! repiten todos los labios y las calles se pueblan de hombres siempre dispuestos a acudir en todo momento a donde quiera que el deber los cite con todas las fruiciones del peligro. Es en la esquina nordeste del Parque de Santander el lugar de la alarma y hacia él concurren tropas, policías y civiles en auxilio de la ciudad amenazada. La Botica Alemana es ahora el combustible de las llamas y el fuego pretende  quemar toda la manzana. El edificio permanece herméticamente cerrado pero sus puertas y ventanas ceden al impulso  de los brazos resueltos a defender a toda costa estos almacenes abiertos siempre al crédito y a las  iniciativas de las  energías de nuestro pueblo que ahora los defiende como propios. En medio de esta confusión las voces de mando de los oficiales se mezclan con los estallidos de los frascos de ácidos y materias inflamables de la farmacia y finalmente una locomotora llega con el auxilio de una poderosa bomba, los extinguidores  de que se puede disponer se han  consumido en vano, los techos convertidos en ascuas caen sobre las vitrinas interiores con un crujir de lamento en rebelión hasta que por esas bocas negras que dejaron las puertas carbonizadas salen los contusos y heridos del incendio que por fin se ha logrado detener”.

Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion