El hallazgo de un cuerpo sin vida a un costado de la trocha La Marina, por la antigua vía que conduce al barrio La Parada, de Villa del Rosario, volvió a estremecer ayer a la comunidad que transitaba a eso de las 3:40 de la tarde por ese sector.

El cadáver de un hombre, que vestía franela de color negro, bluyín y una correa del mismo color, estaba tendido en el andén, de medio lado, tras recibir tres impactos de bala mortales.

La comunidad inmediatamente le avisó a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) sobre el hallazgo y en cuestión de minutos, éstos llegaron al sitio para acordonar la escena, mientras esperaban la llegada de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho).

“Eso es normal por aquí, lo raro es que hayan venido las autoridades porque aquí a los muertos se los comen los chulos, porque nadie los recoge”, comentó un residente del sector, mientras observaba la escena del crimen.

Aunque la Policía intentaba ocultar la escena atravesando sus vehículos y abriendo las puertas para bloquear la visibilidad, es imposible lograr esconder la realidad. Y es que la misma comunidad nombró a esa trocha como un “cementerio clandestino”.

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“Antes de que apareciera ese cuerpo ahí, los policías habían estado en ese mismo sitio corriendo a unos indigentes que estaban durmiendo. Luego se fueron y a los minuticos apareció el muerto”, relató uno de los trabajadores de una obra que se adelanta en el sector.

Al parecer, al hombre lo asesinaron en territorio venezolano y, posteriormente, fue abandonado en Villa del Rosario.

Cuando se estaba adelantando la inspección técnica y el levantamiento del cadáver, hubo un elemento que llamó la atención de la Brinho: del cuello de la víctima colgaba un carné.

“Estamos adelantando las investigaciones pertinentes para determinar los móviles o motivos por los cuales se presentó esta situación”, comentó el coronel Freddy Muñoz, comandante del Distrito 3 de la Mecuc.

Añadió que “hemos dispuesto varios dispositivos para realizar los patrullajes por la zona de frontera que conlleven a contrarrestar y mitigar estas situaciones”,

Era un locutor

La víctima fue identificada como Miguel Ángel Molina Villamizar, de 57 años, quien sería un locutor venezolano, fundador y director de las emisoras Revolución y Melodía, creadas en San Cristóbal con el fin de contrarrestar la guerra mediática.

El hombre, además, sería dirigente de un partido adepto a Hugo Chávez y sería conocido como el ‘Gordo Molina’.

Se pudo conocer que habría participado en varias luchas revolucionarias del vecino país, sobretodo en el 2002.

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