El panorama en el barrio José Bernal la noche del sábado no era para nada alentador. Durante varias horas, el lugar se sumió en el silencio y el temor.

En una de las calles del barrio, una veintena de curiosos se aglomeraban para observar el cuerpo sin vida de un joven, que yacía afuera de una de las casas. Pero nadie decía nada.

Entre el grupo de personas, también estaban algunos encapuchados que se mantuvieron a la expectativa, observando con detenimiento cualquier movimiento o palabra.

Y es que no es un secreto, ni siquiera para las autoridades, que en esa zona hacen presencia grupos armados. Por eso, una vez realizado el levantamiento del cadáver, los policías aceleraron el paso hacia sus vehículos, buscando salir del lugar lo más pronto posible, bajo la mirada vigilante de la comunidad.

Lo estarían siguiendo

El sábado, a las 10:00 de la noche, Luis Miguel Durán Sanjuán llegó hasta una vivienda ubicada en la avenida 16 con calle 55 del barrio José Bernal, en donde, al parecer, reside su compañera sentimental.

Se pudo conocer que varios hombres que se movilizaban en dos motocicletas que, presuntamente, lo estarían siguiendo desde cuadras antes al lugar de los hechos, lo abordaron y, sin mediar palabra, le dispararon en repetidas oportunidades, logrando propinarle dos balazos en el cuerpo.

Luego, los pistoleros habrían huido con rumbo a la urbanización Cormoranes, sin dejar rastro alguno.

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“Escuchamos varios disparos pero es que eso aquí ya es normal. Ya uno sabe que eso anuncia una nueva muerte en el barrio, solo que no nos imaginamos que era ese muchacho”, comentó una residente del sector.

La comunidad, en medio de la incertidumbre, avisó a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) sobre los balazos que se escucharon sin saber, en ese momento, que a Luis Miguel, lo habían asesinado.

“Cuando las patrullas llegaron fue que se dieron cuenta del cuerpo del pelado ahí tirado”, añadió la mujer.

Minutos más tarde, llegó la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) a realizar la inspección técnica del cadáver y el levantamiento del mismo. Allí, encontraron dos vainillas y algunas dosis de estupefacientes.

Ajuste de cuentas

Para las autoridades hay una sola cosa clara y es que este nuevo crimen también se deriva de la guerra que hay entre bandas criminales  por la disputa del territorio.

Al parecer, la víctima sería un reconocido expendedor de droga y habría sido un ajuste de cuentas por el tráfico local de estupefacientes. Sin embargo, serán las autoridades las encargadas de determinar lo que sucedió y poder ubicar a los responsables del hecho.

‘Banda’ siempre

Esta fue una de las frases que más se repitió en redes sociales tras conocerse la muerte de Durán Sanjuán. ‘Banda’, así le dirían sus seres queridos.

El joven sería padre de una niña y residiría en el barrio Camilo Daza, según relató la misma comunidad.

Era bastante reconocido en la Comuna 7 por su amor y pasión por el equipo verdolaga, Atlético Nacional.

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