A pesar de que José Antonio Parada Blanco tenía en su contra una orden de captura por homicidio, que lo hizo figurar en el cartel de los delincuentes más buscados en Cúcuta, él se paseaba por las calles de la capital nortesantandereana tranquilamente, como si nada pasara y sin temerle a las autoridades.
La tarde del domingo, cuando soldados del Batallón de Fuerzas Especiales Urbanas No 2, de la Trigésima Brigada del Ejército, se percataron de que Parada estaba tomando cerveza en un establecimiento, ubicado en el Anillo Vial Occidental, de inmediato alertaron a unidades de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) para adelantar un operativo y capturarlo.
En cuestión de minutos, los soldados y policías arribaron al lugar ubicado en la vereda San Isidro, de San Cayetano, e interceptaron a Parada, quien inicialmente no presentó ningún documento de identidad, pero sí aseguró llamarse como el sospechoso al que estaban buscando. El procedimiento se dio a las 4:00 de la tarde.
José Antonio Parada fue trasladado a la estación de la Policía en San Fernando del Rodeo, donde unidades de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) verificaron que tenía una orden de captura en su contra, desde el 18 de febrero de 2021, por lo que de inmediato fue detenido y quedó a disposición de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, para posteriormente ser escuchado en audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento.
“Por labores de inteligencia se obtuvo la información de que este hombre estaba tomando cerveza en el lugar y luego de que se produjo la captura, parecía tranquilo, como si nada”, explicó una fuente cercana a las pesquisas.
Al cierre de esta edición avanzaban las audiencias para que un juez decidiera si Parada Blanco debe ir a la cárcel para afrontar el proceso judicial.
Según se conoció, el detenido también tiene vigente un proceso por el delito de fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.
El día del asesinato
La noche del 15 de febrero de 2020, Óscar Andrés León Sandoval, de 28 años, fue asesinado a bala, en la parte baja del barrio Palmeras, en la ciudadela Juan Atalaya.
Según las autoridades, José Antonio Parada fue el autor de este crimen, que se dio cuando la víctima estaba consumiendo marihuana en compañía de otros amigos.
En el momento del homicidio, la Policía conoció dos versiones del hecho, una de estas apuntó a que dos hombres que llegaron a asesinar a la víctima, le exigieron el pago de un dinero y como no tenía la plata, la asesinaron.
Otra, conocida también por los dolientes, dejó entrever que un grupo de hombres encapuchados, llegó desde el barrio Belisario a donde estaba la víctima y como se rehusó a arrodillarse ante ellos, lo mataron.
“Yo corrí hasta donde él y cuando llegué lo agarré, le miré su carita y todavía estaba vivo, le sentí el pulso y por eso lo llevamos al hospital”, dijo la mamá de Sandoval en el momento del crimen.
Los dolientes aseguraron que Óscar Andrés era un joven trabajador, apegado a su familia y que los últimos cinco años fue que cayó en el consumo de marihuana.
“En el barrio hay un problema y es que es un foco de drogadicción y desafortunadamente los niños crecen con esa maldad ahí mismo. Ese muchacho era cortador en zapatería y siempre responsable”, dijo en ese entonces uno de sus familiares.
Según la mamá de la víctima, su único hijo varón era quien ayudaba con los gastos de la casa.