Apoyándose de un árbol y mirando hacia la entrada del Búnker de la Fiscalía, la hermana de Jairo Castillo Castillo, quien murió luego de que explotara la mina de carbón donde trabajaba, esperaba que su cuñada saliera para ir a reclamar el cadáver de su familiar en el Instituto de Medicina Legal para llevarlo a Venezuela, donde le darán el último adiós.

Cansada por las ocho horas de viaje que tuvo que recorrer con la esposa de su hermano, ella esperaba pacientemente, intentado esconder el dolor que sentía en ese instante, tras la trágica noticia que recibió el miércoles en la tarde: su hermano menor había fallecido.

El hombre, de 43 años, se dedicaba a trabajar como minero hace un par de años. Justo el día del accidente había retomado sus labores, después de llegar a su pueblo en Venezuela, donde pasó las festividades decembrinas con su esposa y sus cinco hijos.

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“Yo lo vi delgado hace unos días y le pregunté si estaba comiendo bien, porque él era grande y fuerte, pero se veía delgado”, sostuvo la hermana, recordando la última vez que lo vio con vida.

Jairo Castillo, el menor de tres hermanos, creció en un pueblo del estado Zulia (Venezuela), y provenía de una comunidad indígena.

“A mucho honor, somos de una comunidad indígena, en la que creció, se formó y en la que ahorita está su familia”, añadió la angustiada mujer.

Tras pasar las festividades, él se regresó para El Zulia, municipio del área metropolitana de Cúcuta, para trabajar en una mina informal.

La esposa del minero se enteró de la tragedia, por medio de una llamada que le hizo una mujer, con la que mantenía contacto para saber acerca de su amado Jairo.

Al conocer lo sucedido, la mujer y la hermana de Castillo alistaron sus cosas y desde la 10:00 de la noche del miércoles iniciaron el largo viaje para recuperar el cuerpo del minero.

Una tragedia

Esta trágica historia se dio cuando el reloj marcó las 2:30 de la tarde, del pasado miércoles. Una detonación al interior de una mina de carbón alarmó a los habitantes del sector La Angelita, de El Zulia.

Presuntamente, cuando uno de los dos mineros que se encontraban al interior del socavón tenía encendido el taladro, esa herramienta empezó a echar chispas y como dentro de la mina habría acumulación de gas, explotó.

En ese instante, la misma comunidad se encargó de trasladar a los dos mineros hasta el puesto de salud más cercano sobre esa zona rural de El Zulia.

Pero Jairo Castillo llegó sin signos vitales, mientras que su compañero fue trasladado al Hospital Universitario Erasmo Meoz con varias quemaduras, así lo estableció el alcalde de ese municipio Elkin Caballero.

‘Una mina informal’

El socavón que se encuentra entre El Zulia y Sardinata, no contaría aún con la documentación pertinente para figurar legalmente.

“Tuvimos un acercamiento con el alcalde El Zulia y precisamente hoy en una reunión con el sector minero, la fuerza pública y autoridades civiles se trataron esos temas que están en el plan de desarrollo de esta administración”, aseguró César Castillo, Secretario de Gestión Minera y Energía Sostenible.

Ahora, las autoridades se encuentran trabajando para establecer qué ayuda económica podría recibir la familia de la víctima.

“Estamos en una mesa de trabajo, evaluando y esperando más acercamiento por parte de a quién pertenecía y estaba a cargo de esa mina. Además, lo estamos trabajando con la alcaldía de El Zulia y estamos en ese proceso”, estableció el secretario.

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