La cadena criminal que se teje en Cúcuta y el área metropolitana por cuenta del microtráfico de drogas, trae consigo hechos de violencia que dejan víctimas mortales en cualquier rincón de esta zona del país, por lo que las autoridades mantienen esfuerzos constantes para contrarrestar estas prácticas ilegales.
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El año pasado, la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) se incautó de 474 armas de fuego, que, según las autoridades, evitó múltiples homicidios, así como atracos que van en aumento en la capital de Norte de Santander.
Entre las armas incautadas hay artesanales y también de reconocidas marcas que son utilizadas por los delincuentes para intimidar a las víctimas y obligarlas a acceder a sus pretensiones.
Uno de los sectores donde más armas fueron incautadas fue en la ciudadela Juan Atalaya.
En el 2021, la Policía capturó a 5.600 personas, entre estas, 559 fueron por órdenes judiciales.
De esta cifra oficial, al menos 1.975 capturas estuvieron relacionadas con el tráfico de drogas, mientras que 476 personas fueron detenidas por el delito de porte ilegal de armas.
Además, 972 capturados fueron sorprendidos robando, por lo que fueron judicializados por hurto.
Las autoridades también pusieron tras las rejas a 141 personas señaladas de estar involucradas en homicidios.
¿Pero de dónde sale tanta arma? Es la inquietud que tienen muchos líderes comunales de Cúcuta, aunque las autoridades aseguran que por ser una zona de frontera es muy fácil que este mercado negro se dé sin ningún problema, además, la ciudad está muy cerca al Catatumbo, una región dominada por el narcotráfico.
Armado en un bar
Recientemente, en medio de un operativo de registro y control en un bar, ubicado en el barrio Belén, la Policía capturó a un hombre, de 38 años, que tenía un revólver con tres cartuchos sin permiso para el porte.
Asimismo, las autoridades suspendieron temporalmente el establecimiento comercial que será sometido a medidas administrativas.
Otro caso se dio en el barrio Gaitán, de la Comuna 10, cuando una patrulla de la Mecuc interceptó a un sospechoso que caminaba con un revólver calibre 38 con seis cartuchos, sin permiso para porte o tenencia.
Las autoridades presumen que esta persona, al parecer, pretendía cometer algunos atracos en este sector.
“Cada vez que se captura a una persona con armas, se empiezan las investigaciones para determinar si pertenece a alguna estructura criminal o hace parte de la delincuencia común. Además, el arma incautada se somete a estudios balísticos para establecer si ha sido utilizada en homicidios”, explicó una fuente judicial.
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