Entre los habitantes de Chinácota hay tristeza e indignación, tras el hallazgo del cadáver de Cipriano Vera, un campesino que vivía en una finca ubicada en la vereda Cuéllar, a quien le propinaron tres disparos.
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La macabra escena se descubrió la mañana del lunes, cuando un amigo de la víctima llegó a la vivienda y se percató de la muerte de Vera, por lo que de inmediato alertó a los demás habitantes y a las autoridades.
La noticia impactó a los residentes de esta zona rural de Chinácota, por lo que varios de ellos arribaron hasta el lugar donde permanecía tendido el cadáver.
“Pareciera que don Cipriano iba a salir en el momento, porque las puertas de la cocina y de la habitación estaban con candado”, explicó una vecina.
Alrededor del cuerpo de la víctima quedaron tres vainillas, que posteriormente fueron recolectadas por los investigadores de la Sijín que atendieron las pesquisas del homicidio.
Según un habitante del municipio chitarero, la víctima se caracterizaba por ser una persona amable, servicial y que no se metía con nadie.
“Es indignante que pase este tipo de cosas en el municipio. Mataron a un pobre señor de más de 60 años, que tenía una discapacidad en una pierna y que no se metía con nadie”, señaló el habitante.
¿Un atraco?
Aunque hasta el cierre de esta edición no se conocía una hipótesis clara sobre el hecho, algunos residentes de la vereda donde fue asesinado Cipriano Vera, aseguraron que, al parecer, él vendió unos animales días antes del hecho, por lo que no se descarta que el crimen fuera producto de un atraco.
Sin embargo, lo que llamó la atención de los habitantes que estuvieron en la vivienda donde ocurrió el homicidio, es que las pertenencias de la víctima no estaban revolcadas y que algunas puertas estaban aseguradas.
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Entre las conclusiones que arrojaron los residentes, es que como Vera frecuentaba el casco urbano de Chinácota para tomarse unos tragos, de pronto fue seguido por sus homicidas hasta la vivienda, donde finalmente fue atacado a bala.
“Los vecinos aseguraron que el domingo después de las 5:00 de la tarde se oyeron varias detonaciones, pero las confundieron con pólvora, porque acá en Chinácota es normal ahora que queme pólvora, pero todo se descubrió al día siguiente”, recordó una vecina de la víctima.
Entre los chitareros también hay descontento por los robos que se han registrado en este municipio.
Aunque coincidieron en que se debe preservar la buena imagen turística de Chinácota, también hay que fortalecer la seguridad para propios y visitantes.
Por eso, rechazaron el crimen de Cipriano Vera y les exigieron a las autoridades que se adelanten las investigaciones correspondientes para que se esclarezcan los móviles del hecho y se capturen a los responsables.
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