Los vecinos de la calle 13 con avenida 17 del barrio Belisario se despertaron ayer con preocupación y zozobra al conocer que las autoridades la noche anterior acordonaron la calle para hacer el levantamiento de un cadáver que se encontraba en el lugar.
La víctima, hasta el cierre de esta edición sin identificar, fue encontrado por la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) sin camisa, con una pantaloneta negra y en un charco de sangre producto de las múltiples heridas que recibió, al parecer, con un arma cortopunzante la noche del 4 de febrero.
Según algunos testimonios de la comunidad, el hombre fue hallado a pocos metros del asfalto, en una zona baldía que conecta a Belisario con el barrio Los Estoraques, y que a diario es transitada por vecinos de la comunidad, habitantes de calle y hasta niños que se dirigen a los colegios Bicentenario y Arturo Zárate.
“Eso sucedió después del partido de Colombia, la verdad me enteré porque llegaron varias patrullas y acordonaron la zona. El hombre era uno de tantos habitantes de calle que pasan por ese lugar, la mayoría para comprar droga y buscar un lugar para drogarse”, explicó un vecino.
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Y es que esta zona baldía, ya es conocida por ser un lugar propenso a los robos, el microtráfico y la drogadicción, pues la mayoría de los vecinos que transitan por ese paso boscoso, aseguran hacerlo sólo por obligación.
“Las personas que transitamos por ahí realmente es porque nos toca, uno entra y se encuentra una cantidad de personas que, si no están ‘metiendo vicio’, lo están mirando para ver qué le pueden robar. Y es que es un lugar complejo para que la Policía pueda hacer algo, porque cuando roban se meten en la zona boscosa del caño y ahí no los encuentra nadie”, dijo residente.