Sobre la reciente incautación de dos caletas con material de guerra e intendencia y que pertenecía presuntamente a Los Pelusos, en zona rural de Sardinata, se conoció que cuatro armas (dos fusiles y dos pistolas), fueron robadas al Ejército y la Policía.
En total, fueron incautados 25 fusiles (14 Galil, 7 AK-47, y 4 M16), una ametralladora M-60, 18 pistolas (10 Pietro Beretta y ocho Glock), dos revólveres, 15 granadas, 112 proveedores para fusil, 19 radios de comunicación, 11.712 cartuchos de diferentes calibres, 19 proveedores para pistola, 35 chalecos arnés, nueve brazaletes con las siglas Epl y 35 elementos de intendencia.
Una fuente judicial cercana a las pesquisas aseguró que dos de los fusiles fueron robados en el 2018 al grupo Maza de la Trigésima Brigada del Ejército y las dos pistolas a la Policía.
Entre el arsenal incautado por miembros del grupo de Acción Unificada para la Libertad Personal (Gaula militar) del Ejército y policías de la Dirección de Investigación Criminal (Dijín), también fueron hallados fusiles de fabricación americana, así como algunas armas que pertenecieron a las extintas Farc.
Según la fuente, el material que ahora quedó a disposición de la Fiscalía, está valorado en más de 1.000 millones de pesos, por la diversidad de elementos de guerra y la dificultad para conseguirlo.
Más detalles
Durante dos días estuvo un grupo de al menos 24 uniformados del Ejército y la Policía rodeando la vereda Maravilla de Sardinata, donde fueron halladas las dos caletas.
Las autoridades fueron alertadas de una confrontación entre Los Pelusos (disidencia del Epl) y el Ejército de Liberación Nacional (Eln) en este sector.
“Recibimos la información y empezamos a escuchar que estos bandidos se sentían acorralados, por lo que nos fuimos hacia ese sector. Sin embargo, cuando nos vieron se vistieron de civil y se camuflaron entre los manifestantes de una protesta social por temas de erradicación”, explicó el general Marcos Pinto Lizarazo, comandante de la Segunda División del Ejército.
Luego, los uniformados tuvieron que precisar la información de inteligencia que les indicaba que en medio del terreno, Los Pelusos habían enterrado las dos caletas con armas y munición.
Según el oficial, los hallazgos se produjeron a 10 kilómetros del casco urbano del corregimiento Las Mercedes en Sardinata.
En un lugar cercano, hace al menos un mes el Ejército también desmanteló un cristalizadero para producir cocaína, perteneciente a Los Pelusos.
¿Cómo queda el Epl?
Las autoridades aseguraron que Los Pelusos han sido debilitados por los constantes enfrentamientos con el Eln en la zona del Catatumbo.
“Ellos tenían una fuerte presencia en El Tarra y San Calixto, pero por las confrontaciones con el Eln tuvieron que trasladarse hacia la zona de Sardinata, y ahí los hemos golpeado”, dijo la fuente judicial.
Para las autoridades, al menos 120 integrantes de la organización criminal tendrán que resguardarse para evitar confrontaciones, tras la incautación del material de guerra, aunque se desconoce con que otro armamento puedan contar.
Los uniformados mantienen la ofensiva contra Los Pelusos, tanto en la zona del Catatumbo como en el área metropolitana de Cúcuta.
Tras los rastros de Cóndor y Japonés
(Duberney Bravo, Cóndor o Vladimi; y Japonés.)
Duberney Bravo, alias Cóndor o Vladimir, es el objetivo de mayor valor para las autoridades en este momento, pues es el máximo cabecilla de Los Pelusos en Norte de Santander, tras la muerte de Pácora en una operación de las autoridades en Sardinata.
Este hombre se caracteriza por entrenar a los integrantes de la organización en las veredas La Trinidad y La Libertad, zona rural de Convención.
Bravo, de 29 años, fungía como cabecilla de la comisión Elisenio Torres Villalba, con una trayectoria delictiva de al menos cinco años al servicio de esta organización ilegal.
Su fortín está en las veredas La Trinidad, La Libertad, Honduras, Las Palmas, Las Avejas y La Mesita, entre Convención y Hacarí, según explicó una fuente judicial.
Es experto en fabricación de explosivos y tiene amplios conocimientos en las estrategias de guerra. Además, tiene bajo su mando los laboratorios artesanales de producción de clorhidrato de cocaína que se expanden por toda la zona del Catatumbo, para posteriormente exportar la droga hacia Venezuela, Centroamérica, Europa y Estados Unidos.
Entre tanto, otro hombre con el alias de Japonés, es según las autoridades, el segundo cabecilla de la organización, con nueve años al servicio de Los Pelusos.
En su trayectoria figuró como el encargado de la seguridad de Pácora y además también fue escolta del extinto capo Víctor Ramón Navarro Serrano, Megateo.
Japonés, de 28 años, es oriundo de Tibú y mantiene su área delictiva entre las veredas Mesitas, Aguablanca y Castrillón, zona rural de Hacarí.
En su prontuario se le atribuye el homicidio de dos soldados adscritos al grupo Maza del Ejército en mayo de 2016, en la vereda El Higuerón de Sardinata.