Las detonaciones de varios disparos interrumpieron el sueño a la mayoría de los residentes de la torre L9 de la Urbanización Los Estoraques, el domingo a las 7:00 de la mañana. Cuando las personas se atrevieron a ver a través de las ventanas de sus apartamentos o a salir a los balcones, observaron a Esneider José Serrano Ortega tendido en el piso y baleado.
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La víctima, de 25 años, fue atacada por un desconocido, que le disparó en dos oportunidades en la cabeza, cuando estaba sentada debajo de un árbol. Nadie vio al asesino, que aprovechó la soledad del lugar para huir tranquilamente.
“Nosotros tuvimos miedo de salir, pero cuando nos arriesgamos lo auxiliamos (a Esneider Serrano), duró mucho tiempo ahí tirado hasta que llegaron las autoridades y una ambulancia”, indicó una habitante de ese complejo de apartamentos en la ciudadela Juan Atalaya.
El cuerpo de Serrano Ortega quedó en el límite entre Los Estoraques y el barrio Los Olivos, justo detrás de la torre en la que residía desde hace cinco años junto con su madre y un hermano menor.
Aunque la víctima fue trasladada con vida en una ambulancia hacia un centro asistencial, debido a la gravedad de las heridas falleció el lunes festivo, a las 7:00 de la mañana.
“Sufrió tres paros cardiacos, los médicos hicieron todo lo posible por salvarle la vida a mi hijo pero era difícil hacer algo. Yo ahora quedé con mi hijo menor, siempre lo recordaremos”, insistió la madre de Serrano Ortega.
El lamento de una madre
Para la mamá de Esneider Serrano es difícil asimilar la realidad y aceptar que su hijo mayor está muerto. Recordó que trató durante cinco años de sacarlo del mundo de las drogas.
“Es difícil para una madre decir esto, pero él consumía marihuana Cripy, no se metía con nadie y siempre batallé para que dejara ese mal hábito, pero fue imposible”, explicó la mujer.
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Algunos residentes de la torre L9 dijeron que aunque la víctima era consumidora de drogas, nunca les robó nada, era servicial y acataba los consejos que le daban.
“Uno lo veía entrar al apartamento donde vivía con su mamá y el hermano menor y salía con ropa limpia. Un muchacho como cualquier otro, pero que en algún momento tomó una mala decisión”, dijo una habitante del lugar.
Un sector peligroso
Una lideresa comunal, que por su seguridad no reveló su identidad, pidió mayor presencia de las autoridades en Los Estoraques y sus alrededores, debido al incremento de habitantes de calle, riñas y consumidores de drogas.
“Esto acá es feo, pedimos que la Policía nos colabore con mayor pie de fuerza en Los Estoraques. Mire el asesinato de este muchacho, cualquier cosa puede pasar luego”, sostuvo la mujer.
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