Para Gustavo Adolfo Amaya López delinquir y ser capturado por la Policía se convirtió tan normal, que cuando habla sobre eso con otros presos, lo hace tranquilamente y hasta en medio de risas, según contaron las autoridades.

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Se pudo conocer que desde 2015 este hombre ha sido enviado a prisión cuatro veces por distintos delitos, entre ellos, concierto para delinquir, porte ilegal de armas, porte y tráfico de estupefacientes.

La captura más reciente se dio tres meses después de haber salido de prisión. La Policía lo volvió a detener la semana pasada, cuando caminaba por la calle 2 con avenida 9, del barrio El Callejón.

Gustavo Amaya fue visto por la comunidad vendiendo droga y portando una granada, por lo que no tardaron en dar aviso a las autoridades.

Cuando varios uniformados llegaron al lugar, el capturado intentó correr y tiró parte de la droga que estaba vendiendo, mientras que otras dosis se las intentó tragar para evitar que los policías se dieran cuenta de que estaba vendiendo heroína.

Pero los hombres de la Policía Metropolitana al ver lo que hizo, evitaron que Gustavo Adolfo se pasara la droga.

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“El tipo tenía solo heroína, con la cantidad que se recuperó en la calle y las que intentaba tragarse se reunieron 18 dosis. Además, le hicimos un registro de inmediato y le encontramos una granada GL-308”, dijo una fuente judicial cercana a las pesquisas del hecho.

El reconocido expendedor, de 34 años, fue trasladado a un Comando de Atención Inmediata (CAI), y según la fuente judicial, comenzó a alardear con los otros detenidos la cantidad de veces que había ingresado a prisión, así como por los delitos procesados.

“Apenas ingresó al CAI de Belén, se la pasó preguntándole a otros presos cuantas veces los habían atrapado. No dejaba de sonreír y aseguraba que ahora tenía otro delito distinto por el que lo iban a procesar”, explicó la fuente judicial.

Gustavo Adolfo fue dejado a disposición de la Fiscalía esta vez es judicializado por los delitos de porte, tráfico o fabricación de estupefacientes y tráfico o porte de municiones de uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos.

Después de ser escuchado ante un juez, le dictaron medida de aseguramiento en la Penitenciaría de Cúcuta.

“Todavía se está investigando cuál era la intención que tenía con esa granada, si la estaba transportando a otra personas, si la pensaba vender o usar en un atentado contra la población o la Fuerza Pública”, concluyó la fuente judicial.

Anteriores capturas

En junio del 2015, Gustavo Amaya fue detenido junto con una mujer, por orden judicial al ser parte de una banda de microtráfico que delinquía cerca del puente Eustorgio Colmenares Baptista. Según las autoridades, en ese momento, la pareja capturada aparte de comercializar estupefacientes también se encargarían del manejo del dinero de la organización criminal.

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Ese mismo año, estas dos personas ya habían sido detenidas por la Sijín por el mismo delito, pero un juez decidió concederles la libertad, porque no habían pruebas suficientes para enviarlos a la cárcel.

Tres años más tarde, en septiembre del 2018, Amaya López fue grabado por agentes encubiertos de la Sijín, como a siete personas más por conformar ‘Los Pelaos’, una presunta banda especializada en el microtráfico de los barrios Carlos Ramírez París, 28 de Febrero y Gaitán.

Con videos y fotografías como material probatorio, este hombre terminó de nuevo en prisión hasta principios de este año, pero después de tres meses de estar en libertad, ya volvió a la Penitenciaría de Cúcuta.

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