Cada hora que pasa desde la desaparición de la periodista Salud Hernández-Mora afianza más la versión de que ella viajó al corregimiento Filo El Gringo porque quiso, argumentando que sabía manejar cualquier situación inesperada.
Fue lo que antes de viajar le dijo a un oficial de Policía que le aconsejó tener prudencia en sus desplazamientos por la zona.
“Es de temple la señora”, comentó el oficial, poco después de finalizado un consejo de seguridad en la mañana, que no tuvo mayor avance.
La versión del policía adquirió peso con un trino del periodista Norbey Quevedo, quien desde Bogotá escribió en su cuenta de Twitter: Eln dice que tiene a periodista Salud Hernández, no retenida sino haciendo trabajo periodístico voluntario. Pronto retornará”.
Otra novedad que se conoció es una nueva hipótesis, según la cual la periodista podría estar en La Gabarra, corregimiento de Tibú, último poblado al norte del departamento.
Esta alternativa se planteó por el trabajo investigativo que adelantaba la periodista en el Catatumbo, sobre cultivos de coca, también presentes en esta localidad.
“Se está verificando para establecer si se encuentra allí”, comentó la fuente policial.
Mientras desde Cúcuta y Bogotá se coordinan operaciones en las zonas aledañas a Filo El Gringo, en El Tarra la militarización ha comenzado a sentirse.
Desde la mañana, los uniformados recorren las calles del pueblo, situación catalogada como inusual por parte de sus habitantes.
Los sobrevuelos en la zona son constantes desde el lunes e incluso han sido motivo de retraso para la comisión humanitaria que, desde entonces, recorre las veredas cercanas a Filo El Gringo para encontrar tanto a Hernández como a los nuevos desaparecidos: los periodistas Diego D’Pablos y Carlos Melo.
El alcalde, José de Dios Toro, informó que una comisión integrada por el personero, Miguel Duarte, personal de la inspección de Policía y el Concejo se dirigió hasta la vereda Buenos Aires, donde hubo indicios de haberla visto el sábado.
Según se conoció en las indagaciones de la comisión, Hernández llegó a Filo El Gringo con el mototaxista que contrató desde el casco urbano de El Tarra, pero al llegar allí, ninguno de los mototaxistas del sector quiso llevarla en el resto de su recorrido.
“Ella se fue con un motociclista particular y fue cuando la vieron pasar por la vereda Buenos Aires, donde se pierde el rastro”, expresó el personero.
Por su parte, el alcalde comentó que “en la escuela se preguntó por ella y dijeron que pasó el sábado en la tarde por allí”.
Es esta circunstancia la que mantiene la versión de que Hernández iba a hacer alguna entrevista especial y sabía su rumbo; de lo contrario, no habría salido con cualquier motorizado.
La paz territorial
Aunque no se ha hecho la solicitud explícita de no militarizar, y las autoridades civiles han estado trabajando con los oficiales para aclarar los hechos, el alcalde dijo que cuando el lunes se hizo el primer recorrido, “empezaron a pasar bastantes avionetas y nos dio miedo”.
En iguales condiciones está la población, incómoda por la intensidad y frecuencia en el avistamiento de helicópteros y, lo que serían drones, descritos como “aviones pequeñitos que se quedan parados”.
El temor es claro: quedar en medio de fuego cruzado, si se presentara un enfrentamiento.
Por eso, la comisión ha optado por enviar mensajes con campesinos que pasan por la zona para hablar con algún miembro de la guerrilla y preguntar si el grupo de periodistas está con ellos, o se encuentran divididos por el territorio.