Los detenidos
Con los elementos materiales probatorios y evidencias recolectadas, el Juzgado Segundo Promiscuo Municipal de Villa del Rosario expidió las órdenes de captura contra William Andrei Vera Pabón, conocido como ‘Zir Willians’; Juan Diego Mise Salcedo, Kleiver Jhohan Vaca García, alias ‘El Gordo’ o ‘Pipitao’, y Cristian Alexis Blanco Bedoya.
Cuando el Gaula tuvo en su poder las órdenes judiciales organizó un operativo y a través de diligencias de allanamientos en la zona de fortín por donde se movían los delincuentes, lograron capturarlos, para que respondan por concierto para delinquir y extorsión agravada.
Los detenidos quedaron a disposición de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía y luego de ser presentados en audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento, un juez decidió enviarlos a la cárcel.
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Según se pudo establecer, otra persona que también delinquía con los recientes capturados, fue detenida anteriormente en flagrancia, cuando recibía un pago producto de la extorsión.
Las autoridades esperan que, en caso de que los detenidos sean reconocidos en otros hechos delictivos, se instauren las denuncias para fortalecer el proceso judicial en su contra.
Otro operativo
En febrero de este año, el Gaula también arribó a siete viviendas ubicadas en los barrios Morichal y Galán, de Villa del Rosario, donde capturó a siete presuntos extorsionistas que también delinquían en La Parada y el barrio Morichal.
En los predios hallaron dos pistolas traumáticas con sus respectivos proveedores, tres granadas de fragmentación, una granada de mortero, más de 30 balas de fusil calibre 5.56, dos paquetes de estupefacientes (marihuana y cocaína), una gramera y unos panfletos alusivos a la organización.
¿Cómo era su accionar?
Según una fuente policial, los detenidos, al parecer, llegaban a establecimientos comerciales, propietarios de residencias y casas de cambio con los panfletos y amenazas exigiéndoles un pago que oscilaba entre $100.000 y $400.000 para que pudieran trabajar ‘sin ningún problema’.
“Los amedrentaban de una forma u otra, si una persona se rehusaba a pagar lo que pedían, ellos mismos mandaban a robarlo, y luego volvían a decirle a los propietarios que eso les pasaba por no pagar, y que seguiría pasando. Al final, las víctimas no tenían otra opción que pagar, hubo gente que fue amenazada de muerte por ellos”, sostuvo la fuente.
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