Los investigadores judiciales de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) adelantan rigurosas pesquisas para conocer la procedencia y el destino que tenían tres fusiles calibre 5.56 que fueron incautados la tarde del jueves, en el Anillo Vial Oriental, en inmediaciones de la Central de Abastos, que eran transportados en un vehículo.
“Los fusiles están nuevos, pero aún no sabemos a quién se los iban a entregar”, aseguró una fuente.
A las 4:00 de la tarde del jueves, uniformados adscritos al CAI Niza, interceptaron un carro Campero, con placas de Medellín, conducido por Adrián Alfonso Ariza Cuberos, y durante la requisa hallaron las tres armas largas.
Los policías capturaron al conductor por el delito de porte ilegal de armas y de inmediato quedó a disposición de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, junto con los fusiles incautados, a la espera de ser escuchado en audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento.
Según se conoció, el detenido no está identificado como miembro de ningún grupo armado ilegal con presencia en Cúcuta y la zona de frontera.
Al cierre de esta edición, Adrián Ariza era escuchado en los estrados judiciales, a la espera de que un juez decidiera si debe ir a la cárcel para responder por este delito.
Una fuente judicial aseguró que cada fusil incautado está valorado en el mercado negro en por lo menos 16 millones de pesos.
El tráfico
Las autoridades han asestado golpes a la capacidad armada de los grupos armados ilegales que delinquen en esta zona de frontera, especialmente a la banda criminal Los Rastrojos, a la que recientemente le decomisaron 45 fusiles.
En ese momento, la Policía aseguró que con este armamento era que fortalecía la confrontación con el Ejército de Liberación Nacional (Eln) en la zona rural de Cúcuta.
Constantemente, la Policía se ha incautado de armas en diferentes lugares del área metropolitana, sitios que son aprovechados por las bandas delincuenciales para cometer diferentes delitos.
Una de las modalidades que tienen los delincuentes es alquilar las armas para cometer los hechos y evadir el rastro de las autoridades.
El alquiler de una pistola puede oscilar entre $200.000 y $500.000, por lo que se convierte en una variable de fácil acceso para que se cometan homicidios en el área metropolitana de Cúcuta.
