La inseguridad y el abandono del Estado que tiene sumido en el miedo a gran parte de la zona rural cucuteña y el área limítrofe de Puerto Santander, por la fuerte presencia de grupos criminales, fue una de las razones que obligó a la familia de Pastor López Rojas a esperar los primeros rayos del sol para ir a la estación de Policía a reportar el asesinato de su ser querido.
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Pastor de 51 años, según una fuente judicial, se encontraba en su vivienda, conocida como la finca 57, a 30 minutos del casco urbano del corregimiento Banco de Arena y cuando el reloj marcaba las 8:00 de la noche del martes, varios hombres armados llamaron a la víctima, le dispararon en varias ocasiones y emprendieron la huida.
Los familiares, al tener que sopesar el hecho en la oscuridad y el silencio de aquella zona rural, prefirieron acomodar a la víctima encima de varias mesas dentro de la finca, y pasar una última noche con él entre desconsuelos, lágrimas y rezos, hasta el amanecer del miércoles.
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Las autoridades policiales presumen que el arma homicida, al parecer, corresponde a una pistola calibre 9 milímetros. Sin embargo, siguen sin esclarecer los motivos del hecho.
La comunidad del silencio
Poco más de 24 horas después del trágico final de Pastor López Rojas, a pocos kilómetros del hecho violento, una llamada alertó a la corregidora de Guaramito de un cuerpo sin vida en la intercepción de la vía Guaramito con Llano Seco.
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Según una fuente judicial, las autoridades al enterarse del hecho, coordinaron el día de ayer el traslado del cuerpo con la funeraria Nuestra Señora del Carmen, pues existe una fuerte presencia de estos grupos criminales en ese sector, y por cuestiones de seguridad, prefirieron evitar asistir a la escena.
El hombre, que no ha podido ser identificado por su falta de documentación, fue asesinado con cuatro disparos en el pecho y abdomen.
Los análisis deducen que la edad promedio de la víctima ronda entre los 35 a los 40 años.
La víctima estaba transitando por el lugar cuando fue interceptada por personas, al parecer, de grupos criminales que le preguntaron que se encontraba haciendo y, sin una razón en particular, lo asesinaron.
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