Ayer, en La Parada fue un día normal. El ajetreo que hay muy cerca del puente internacional Simón Bolívar siguió como si nada hubiese pasado. A nadie le preocupó lo ocurrido el atardecer del sábado, cuando cuatro hombres en moto pasaron repartiendo bala a diestra y siniestra.

Carretilleros, comerciantes y empleados de esa zona ‘borraron casette’ o simplemente, si vieron algo, prefirieron guardar silencio y seguir como si nada hubiese pasado, pues ya saben que si hablan pueden ser asesinados. Así es el imperio del terror que está implantado en este barrio que es frontera con Venezuela.

¿Pero quiénes fueron los que cometieron el ataque? Eso no lo saben ni las autoridades, pues los pistoleros vinieron en moto desde el otro lado de la frontera, cometieron el hecho y se devolvieron tranquilamente, bajo la mirada inerte hasta de los policías y funcionarios de Migración Colombia que permanecen en el paso internacional.

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Así se dio el hecho

Este lamentable suceso ocurrió hacia las 6:00 de la tarde, cuando el paso fronterizo estaba con un alto flujo peatonal y vehicular.

Según testigos, los cuatro hombres en dos motos llegaron hasta ese lugar y uno de ellos, sin bajarse del vehículo, sacó una Mini Uzi y comenzó a disparar indiscriminadamente contra las personas que se encontraban ahí.

El terror y la incertidumbre se apoderaron de las personas que estaban ahí, quienes comenzaron a correr para uno y otro lado. “Fue un momento de mucho pánico, no sabíamos qué hacer”, comentó un comerciante del sector.

En medio de los disparos, dos hombres cayeron gravemente heridos al pavimento, mientras que otras cuatro personas que resultaron heridas se escondieron. “Pudo haber muchas más víctimas, pero gracias a Dios esos tipos se fueron rápido”, señaló un testigo.

Por eso, una vez el pistolero y sus cómplices huyeron, la gente comenzó a pedir ayuda para los baleados y en cuestión de minutos llegaron varias patrullas de la Policía Metropolitana a verificar lo sucedido.

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Mientras que unos heridos fueron trasladados en un taxi otros fueron llevados en una camioneta de la Policía hasta el hospital Jorge Cristo Sahium, de Villa del Rosario.

Al centro asistencial llegaron tres hombres y una mujer, todos baleados en sus brazos, pies y pecho. Pero tristemente, Luis Alexis Laya y Alexander Cepeda fallecieron.

¿Qué pasa en esta zona?

Aunque en este sector de Villa del Rosario las personas prefieren guardar silencio y esconderse para evitar que les pase algo, La Opinión pudo conocer que ahí delinquen presuntos miembros del Tren de Aragua y el Eln.

Diariamente hombres, que dicen pertenecer a esos grupos ilegales, estarían cobrando entre $4.000 y $5.000, para dejar trabajar en ese punto fronterizo.

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Identificaron a una de las víctimas

Sentada en el andén que esta frente a la morgue de Medicina Legal, donde llevaba esperando casi dos horas, la tía de Alexander Cepeda aprovechó para fumarse un cigarrillo, mientras le abrían la puerta para decirle cuando le entregarían el cadáver.

El hombre, de 26 años, de acuerdo a sus seres queridos, llevaba ocho años siendo maletero en esa zona fronteriza de La Parada y como últimamente el trabajo estaba pesado laboraba en lo que le saliera.

“A él lo mataron inocentemente. No tenía amenazas, ni conocimos que estuviera en líos. Nos enteramos cuando llamaron a mi hijo para decirle que habían repartido bala en Villa del Rosario. Rápidamente él se fue a mirar que no fuera nada grave. Cuando llegó se encontró con que uno de los baleados era él”, señaló la mujer.

Añadió: “lo último que él le dijo a mi hijo fue ‘no aguanto más’. Un rato después los médicos dijeron que ya nada podían hacer por él”.

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