Brandon Stiven Echeverría Archila, de 27 años, duró diez días luchando por su vida en el Hospital Universitario Erasmo Meoz, luego de recibir nueve impactos de bala, cuando estaba frente a su casa, en el barrio San Gregorio, de Villa del Rosario. La noche del lunes finalmente murió.
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El hecho de sangre se dio la tarde del viernes 13 de enero, en la calle 0 con carrera 14, de ese sector, cuando la víctima estaba frente a su casa, lavando una motocicleta.
Según se conoció, el agresor esperó a que Echeverría estuviera entretenido, mientras limpiaba su motocicleta y no dudó en acercársele y dispararle, dejándolo gravemente herido.
“Cuando oímos los disparos, salimos y lo encontramos ahí tirado, por eso lo llevamos de una vez al hospital”, explicó una familiar de la víctima en ese momento del atentado.
La víctima llegó inicialmente al Hospital Jorge Cristo Sahium, del municipio histórico, pero desde allí fue remitido al Hospital Universitario Erasmo Meoz, en Cúcuta.
Según se conoció, Brandon Stiven no tenía amenazas y sus familiares desconocen de algún problema que pudiera desencadenar el crimen.
Echeverría trabajaba como domiciliario, por lo que era conocido en este sector de Villa del Rosario.
Al lugar del ataque arribaron los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) para adelantar la inspección y así obtener las evidencias que permitan seguirle el rastro al responsable del hecho.
Una extorsión
En octubre de 2015, unidades de la Policía Metropolitana de Cúcuta capturaron a Brandon Echeverría junto con otro hombre, quienes fueron señalados en ese momento de presuntamente extorsionar a un comerciante.
La captura se dio en flagrancia, en el barrio El Centro del municipio histórico, durante un plan de pago controlado, en el que los uniformados evitaron que la víctima entregara una parte de los 5 millones de pesos que le exigían los hombres, que se hacían pasar por miembros de la banda criminal Los Rastrojos.
La víctima denunció la extorsión días antes del operativo, e indicó que mediante llamadas telefónicas estas personas le exigían el pago del dinero y, además, la amenazaban de atentar contra su integridad y la de su familia, en caso de no acceder a sus pretensiones.
Por ahora las autoridades avanzan en las pesquisas para esclarecer los móviles del ataque a bala y si el pasado delictivo de la víctima tiene alguna relación con el homicidio.
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