La principal hipótesis que ronda el asesinato de José Joaquín Rodríguez Corredor, de 47 años, ocurrido la tarde del 27 de agosto, en el barrio Motilones, de la ciudadela Juan Atalaya, es que, al parecer, el hecho fue producto de líos por microtráfico.
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A medida de que pasan los días, se han conocido versiones que indican que la víctima había sido amenazada por ‘Porras’, un reconocido microtraficante que está detenido.
Justamente, el día del crimen, un hombre que cumplió las funciones de ‘campanero’, fue el que alertó al pistolero para que acabara con la vida de ‘Memín’, como era conocido José Joaquín.
“Algunas personas lo vieron parado en la esquina y lo escucharon cuando hablaba por celular, indicando que ‘Memín’ estaba solo y que podía proceder”, dijo un testigo del hecho.
Minutos después de que el cómplice del homicidio colgó su celular, un hombre llegó a la calle 2 con avenida 4, de Motilones, y se le acercó de manera sigilosa a la víctima para dispararle en la cara.
Rodríguez fue impactado mientras arreglaba su motocicleta, frente a su vivienda. A pocos metros de él estaba su pareja sentimental, con su hija de 1 año, otra menor de edad y un amigo de la víctima.
Según se conoció, luego de que el agresor acabó con la vida de ‘Memín’, lanzó una advertencia y un mensaje. “Eso es para que vean que ‘Porras’ sí cumple”, luego huyó del lugar del hecho.
José Rodríguez murió de manera inmediata, por lo que miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) tuvieron que encargarse de la inspección y el levantamiento del cadáver que fue trasladado a Medicina Legal.
El paso por la cárcel
‘Memín’ había sido detenido en 2021, junto con tres personas más, en Santander, cuando viajaba en un vehículo en el que llevaban al menos 50 kilos de cocaína.
Aunque él fue enviado a la cárcel, solo estuvo tres meses en prisión, porque el conductor del carro asumió la responsabilidad del hecho.
Además de esto, Rodríguez era consumidor de drogas y constantemente frecuentaba a un grupo de personas, en las mismas condiciones.
Precisamente, en las llamadas amenazantes que recibió ‘Memín’, este se habría enfrentado al hombre que lo intimidaba desde la cárcel.
“Él una vez respondió que hicieran lo que quisieran, que él estaba afuera”, dijo un allegado a la víctima.
Sin embargo, recientemente, José Rodríguez trabajaba en una parcela que tenía en el corregimiento Urimaco.
Otro muerto
En los últimos hechos de violencia que se han registrado en la ciudadela Juan Atalaya precisamente, las disputas por el control de territorios para la venta de estupefacientes ha sido el detonante de los asesinatos.
Edwin Asdrubal Leal Villamizar, de 22 años, quien murió baleado la noche del 13 de agosto, en el barrio Buenos Aires, al parecer, es una de las víctimas de esta disputa.
La víctima, conocida como ‘La Mechuda’, recibió seis impactos cuando un pistolero se le acercó mientras estaba frente a escenario deportivo del lugar y murió al caer frente a un establecimiento de venta de comida.
En este sector de la ciudad proliferan los sitios de expendio de drogas, por lo que el microtráfico se convierte en una cadena criminal que azota a los habitantes de los barrios que conforman la ciudadela.
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