Cuando cae la noche el miedo se apodera de Camilo*, un niño que hoy tiene 11 años. Él, se arropa de pies a cabeza y con su cuerpecito aprieta las cobijas. Y todo porque hace tres años fue abusado sexualmente y las secuelas psicológicas aún persisten.
El dolor y la rabia están latentes en este pequeño y en su mamá, de 31 años. Ella no se ha cansado de exigir justicia por su hijo menor.
La mujer habló con La Opinión y contó el relato que su hijo le narró sobre cómo sucedió ese trágico momento, luego de ser víctima por cuatro meses, de un hombre en el que tenía completa confianza.
Las lágrimas de la mamá brotan una vez recuerda como no logró darse cuenta antes sobre lo que estaba padeciendo su pequeño hijo.
La historia
En la Semana Santa de 2019, cuando el niño tenía 8 años y empezó a ser llevado por su mamá hasta un barrio de Villa del Rosario, en donde podían cuidarlo durante el fin de semana, mientras ella debía trabajar como administradora de un estanco, se inició la aberrante historia.
“Yo me crié con ese señor y confié plenamente. Él me lo cuidaba en su casa, en donde vivía con varias hermanas. Pero en julio todo estalló en mi cara y ante las lágrimas de mi hijo”, recordó la mujer.
Según el relato, el viernes 19 de julio, Camilo* le pidió a su mamá que no lo llevara más para allá a que lo cuidaran. El pequeño cayó en llanto y ante la preocupación de la mamá, logró contarle que el hombre cada vez que se iban a dormir, le bajaba sus pantalones, le tocaba sus partes íntimas y lo obligaba a que hiciera lo mismo con él, además de otras cosas aberrantes.
“Me dijo que aunque él le decía que no quería hacerlo y que así se arropara, ese hombre lo ponía en esas. Mi niño sufría cuando caía la noche”, dijo la mamá.
El niño también le contó que el hombre le pidió no revelar nada y lo intimidaba con mentiras.
La mujer se llenó de ira y de inmediato se contactó con el agresor y le reclamó.
“Ese hombre negó todo, me dijo que debíamos cuadrar eso, porque yo lo iba a perjudicar y enseguida le dije que no. Que eso no era para dialogar sino para denunciar”, contó la mujer.