En miedo, incertidumbre y terror se ha transformado la experiencia de habitantes de la Comuna 1 cuando salen a la calle. Sin tregua a descanso, los delincuentes siguen aumentando de la mano con la inseguridad, y debido a los robos, consumo y venta de estupefacientes en esta comuna ubicada en el corazón de la ciudad, líderes del sector exigen más participación de las autoridades.
Con un aproximado de cuatro reuniones, los líderes comunales se han acercado a dialogar con la Policía Metropolitana, en busca de soluciones y estrategias efectivas que reduzcan el porcentaje de delitos en el centro, pero debido a los últimos hechos delictivos que resultaron con la muerte de una persona al ser víctima de un robo en el barrio Latino, sus perspectivas de seguridad son pesimistas.
“Estamos cansados de hablar con el general o el alcalde. Les hemos propuestos poner cámaras de seguridad, o que aumenten la fuerza policial, pero no se ha notado mucho en la práctica. Por otro lado, una problemática con las personas es que no hacen el denuncio cuando son víctimas de un delito, y eso es indispensable hacerlo”, expresó un líder comunal.
Así mismo, recalca que esta situación de inseguridad debe ser asimilada por todas las personas que transiten por ese sector, tomando medidas preventivas para evitar ser víctimas de los delincuentes. “No hay que dar tanta ‘papaya’ en la calle”, concluyó.
Una de las lideresas, cuenta atemorizada por denuncias de la comunidad, que los atracadores, tanto a pie como en motocicleta, en su mayoría se encuentran armados, amedrentando en cualquier momento con la vida de las víctimas.
“Es el pan de cada día son los atracos y da demasiado miedo. Los delincuentes en su mayoría son jóvenes armados o consumidores que buscan como comprar de nuevo la droga. Esta comuna está totalmente desprotegida”, indicó la lideresa.
Siga leyendo: En ataque del Eln, mueren tres militares
Explica que aunque en toda la comuna es peligroso salir a caminar, hay zonas como la avenida 9 entre calles 15 y 17 del centro, donde es simplemente aterrador, pues a cualquier hora del día se ven grupos de personas, entre indigentes y delincuentes, que consumen y venden sustancias psicoactivas.
Ni en la casa hay paz
Con cierto temor, otro líder manifestó que es un tema delicado siquiera hablar de eso, pues en su caso, ha recibido amenazas y hasta un atentado que por poco termina en tragedia.
“Es terrible, la verdad, el año pasado dos hombres armados llegaron a mi casa, pero como estaba mi mamá en el lugar no lo dudé dos veces y me les lancé a ellos para reducirlos, y con los gritos los vecinos de inmediato me ayudaron. Menos mal los tipos al ver que tenían a mucha gente encima salieron corriendo, pero sé que corrí con suerte”, recuerda el líder.
Denuncia –además- que los delincuentes ya perdieron el descaro hasta en el centro, pues hace pocos días, cuatro motociclistas estuvieron en el parque Santander con sus placas tapadas en algunas partes, andando por la ciudad sin ningún problema.
“Las pocas veces que hemos podido cambiar zonas de alta complejidad, ha sido porque la comunidad se ha parado fuerte y han atrapado a ladrones que circulan en parques, pero no se puede hacer eso con toda la comuna, pues no estamos capacitados”, concluyó.
Los ciudadanos esperan que de sus exigencias, al menos se cumpla el aumento de las rondas que da la Policía y la consolidación de más frentes de seguridad y grupos en redes sociales.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion