En un inesperado giro durante un rutinario patrullaje llevado a cabo por la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), lo que parecía ser un simple caso de exceso de velocidad se transformó en un golpe decisivo contra el tráfico y porte ilegal de armas en la región.

El pasado viernes, a las 8:00 de la noche, en medio de la oscuridad del Anillo Vial Oriental, los uniformados se percataron de un taxi desplazándose a una velocidad sospechosamente alta, alertando así su atención.

Decididos a investigar, los uniformados detuvieron al vehículo, identificado con la placa WHT772, y se prepararon para una inspección de rutina.

Al solicitar al conductor, identificado como Richard Alberto Torres Pérez, de 40 años, que detuviera su marcha, su nerviosismo fue evidente. Sus acciones levantaron las sospechas de los oficiales, quienes procedieron con cautela a registrar el interior del vehículo.

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La sorpresa no se hizo esperar. Ocultas debajo de uno de los asientos, las autoridades descubrieron una bolsa que albergaba un armamento: tres pistolas calibre 9 milímetros, un revólver calibre 38, tres cargadores y un total de 35 cartuchos listos para su uso.

Ante este hallazgo, la Policía actuó con rapidez y detuvo a Torres Pérez, llevándolo bajo custodia al Búnker de la Fiscalía por el delito de porte ilegal de armas. Ahora, la justicia espera determinar el motivo detrás de la posesión ilegal de esta cantidad significativa de armamento y municiones.

Este contundente golpe policial resalta la importancia de la vigilancia constante en la lucha contra el crimen en nuestras calles, así como la necesidad continua de investigar y erradicar las redes de tráfico de armas que amenazan la seguridad de nuestra comunidad.

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