Cuando una mujer se acercó a tocar tentativamente el cuello de José Edwin Tirado Buitrago, para comprobar que aún tenía signos vitales, no dudó en hablarle.
“Pito, ¿se acuerda de mí?” Le dijo la mujer, al tiempo en que le quitaba el tapabocas. Mientras que otra gritaba a un grupo de hombres que el joven estaba vivo y que necesitaban ayuda para trasladarlo a un centro médico.
Eran las 8:50 de la noche del viernes, José Edwin, de 22 años, estaba tendido en el suelo con su rostro ensangrentado, víctima de una bala en su cabeza, presuntamente por parte de un uniformado del Grupo de Operativos Especiales de Seguridad (Goes) de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), que llegó a la avenida 8 entre calles 19 y 20 del barrio San Miguel, con el único propósito de hacer cumplir en toque de queda ordenado por la Gobernación de Norte de Santander.
A esa hora, en ese sector, cientos de personas estaban aglomeradas en ese sector, para recibir el féretro de Manuel Eduardo Acevedo Castro, alias Manuelito, quien murió a balazos la tarde del jueves en Las Colinas.
“Todos estábamos acá, acompañando a la familia del finado. Edwin era sano, ni un cigarro se fumaba. Nunca lo vimos parchando, su único vicio era el gimnasio”, dijo uno de los jóvenes de ese sector.
Según los vecinos, los uniformados le pidieron a las personas que respetaran la ley y se guardaran en sus casas, pero el grupo de jóvenes, desafiaba a la Policía
“Cuando los uniformados empezaron a apuntar con las armas, los muchachos empezaron a correr y ya en la parte de arriba de la calle le tiraban piedras a los uniformados. Yo oí solo un tiro y justo le pegó al muchacho”, dijo una vecina.
“Él no corrió. Nunca pensó que le fueran a disparar. Yo oí que un patrullero del Goes le gritó a otro ‘9-11’ (disparos) y se vino hacia abajo y ahí solicitaron una patrulla para poderlo trasladar”, dijo un testigo.
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José Edwin fue llevado a la Unidad Básica Loma de Bolívar, pero, por la gravedad de la herida, fue remitido de urgencias al Hospital Erasmo Meoz, donde fue intervenido. Sin embargo, a las 11:07 de la noche reportaron su muerte.
¿Quién fue?
Además de las armas de los policías y la evidencia balística, las autoridades tienen videos de seguridad que quedaron grabados.
Al sitio llegó la Brigada Interinstitucional contra Homicidios (Brinho) para inspeccionar el lugar de los hechos y recolectaron videos de las cámaras de seguridad que hay en el sector.
El coronel José Luis Palomino López, comandante de la Mecuc, también llegó al lugar y luego de formar a sus uniformados los puso a disposición para que les fuera practicada la prueba de residuos de disparos. Ninguno de los policías aseguró haber disparado.
Se conoció que la Brinho tiene en su poder una vainilla 9 milímetros e incautaron 26 armas institucionales de los uniformados del Goes, para determinar si una de esas disparó.
Familiares de la víctima aseguraron a La Opinión que su ser querido fue víctima de abuso de autoridad.
“Esos policías se les salió de la mano la situación. Esa no era la forma de reaccionar. Solo pedimos justicia. Queremos que ese policía responda, que no quede como si nada hubiera pasado”, dijo un tío de José Edwin.
La víctima estaba dedicado a la venta de calzado por redes sociales, era soltero y no dejó hijos.
El coronel Palomino López aseguró que sus hombres serán investigados.
“Si uno de los policías fue y no se responsabilizó, tendrá consecuencias. Pero apenas estamos en el proceso de investigación”, dijo el coronel.