¿Cómo surgió la idea de presentarse en el Desafío?
El Desafío era un sueño que tenía, desde que empezó este reality en la televisión. Los deportes extremos y de alto rendimiento siempre me han gustado y desde hace dos años quería presentarme, pero por asuntos laborales no se me dio. Este año tuve la oportunidad, y no la desaproveché.
¿Qué recuerda de los días que estuvo en el reality?
Fui con la idea de representar a los santanderes, como siempre se ha visto, por regiones. Pero al llegar allá, cambiaron todo. Quería estar con mis cuatro compañeros, representar a mi región, y fue algo fuerte. Pero fue una alegría estar en el desafío.
¿Cuál fue la prueba más fuerte?
La de ‘sentencia, premio y castigo’, donde me fracturé mi costilla al caer de una rampa. Por eso no pude hacer bien la prueba del ‘desafío a muerte’ y fui eliminada, tenía mucho dolor.
En su vida diaria, ¿cuál ha sido la prueba más difícil?
El tiempo. Hago muchas cosas, por mi trabajo, y no le dedico el tiempo suficiente a mi hija, de 7 años.
¿Volvería a participar en ‘El desafío’?
Claro que sí. Es una maravillosa experiencia.
¿Cómo sigue de la costilla?
Gracias a Dios bien, recuperándome.
Los colombianos, que vieron de Vanessa…
Una mujer espontanea, divertida y con actitud positiva.
¿Después de la salida del programa, le ha salido propuestas de trabajo?
Si muchas. He recibido propuestas como modelo para campañas publicitarias.
¿Qué proyectos tiene en mente?
Mientras el desafío está al aire, quiero terminar una especialidad en derecho administrativo que la dejé en la mitad, voy a ejercer mi carrera como abogada, y al mismo tiempo, seguir con mi emprendimiento de tratamientos capilares. Y esperar propuestas que lleguen con el canal.
Para finalizar, ¿qué aprendizaje le dejó la participación en este programa’
El desafío enseña a valorar hasta lo más mínimo de esta vida. La casa, la cama y la comida que a veces se reniega y hay que acostumbrarse a lo que hay.