Andrea Cortes Guarín es una bumanguesa de 24 años, estudiante de comunicación social, que es conocida en el país por ser la primera mujer trans en ingresar a la Policía Nacional de Colombia. Está adscrita al departamento del Cauca.
Tras varios años de dar a conocer su historia para ingresar a la institución, Cortés volvió a dar de qué hablar a los colombianos, al revelar que también es una de las mujeres que sufrió a causa de los biopolímeros en los glúteos.
De acuerdo con la mujer, los biopolímeros fueron rechazados por su cuerpo, motivo por el cual estaba padeciendo fuertes dolores. "Hace como tres años tomé la decisión de colocarme biopolímeros en la cola y fue lo peor que pude haber hecho", dijo Cortés.
La patrullera quiso esperar a salir de esta intervención para hablar con sus seguidores e invitar a otras mujeres a no dejarse aplicar este producto en sus cuerpos, pues ella vivió en carne propia lo que implica haberse inyectado este producto.
Cortés Guarín explicó que “hay muchas niñas que pasan por lo mismo. Es una cárcel que lleva una misma, que uno carga y uno no le dice a nadie por el miedo al qué dirán”. La mujer de 26 años agregó que los biopolímeros son una “bomba de tiempo” en el cuerpo de aquellas que se los aplican y que “uno a veces no se quita eso por miedo a que le quede la cola deforme o la cicatriz”.
Finalizando el 2020, la mujer se realizó otro procedimiento para reafirmar su transición: realizarse una cirugía de cambio de voz para poder llevarla a un tono más femenino con la técnica de glotoplastia de wendler.
Su historia
En 2016, Cortés se graduó para ingresar a la Policía Nacional de Colombia; sin embargo, en ese momento para sus compañeros era Fabio Cortés Guarín y la designaron al departamento del Cauca. Un año más tarde, la patrullera decidió regresar a su natal Bucaramanga y realizar el proceso de papeleo para ser Andrea.
Guarín solicitó en una notaría de Bucaramanga el cambio de nombre y ante la Registraduría la actualización de su cédula de ciudadanía a sexo femenino.
Debido a esto, realizó un derecho de petición a la Policía Nacional, donde pidió el cambio de su identidad de género, pero la institución se negó. A causa de este hecho la Policía se vio obligada a interponer una acción de tutela ante el Juzgado Primero Civil del Circuito de Popayán, entidad que amparó su derecho a la identidad de género. Gracias a esto, ahora es una mujer que lucha por la seguridad de los ciudadanos, además, se roba las miradas en sus redes sociales, pues después de quitarse el uniforme, promociona ropa interior y lencería.
La familia de Andrea Cortés, que se compone de su madre y dos hermanas, la apoyan incondicionalmente, mientas ella continúa adscrita a la Policía, donde se siente orgullosa por ser reconocida como mujer.
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