Ver el nombre de Margarita Rosa de Francisco era muy común en el inicio de Twitter hasta el año pasado. Era una mujer crítica y directa que no le tenía miedo ni a la censura ni a los comentarios negativos o contrarios a lo que ella pensaba. Podían ir desde opiniones feministas, pro aborto y temas relacionados al conflicto armado de Colombia.
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Sin embargo, la mujer hace unos meses, en noviembre del año pasado, cerró sus redes sociales, incluso Twitter, que era como su diario.
Este hecho dejó algunas dudas en sus seguidores que la extrañaban. Dijeron que podía tratarse de una censura por los comentarios que hacía, otros decían que había perdido su cuenta como le pasaba a algunos artistas o también que había sido decisión propia cerrarla.
“Qué sensación de derrota tan profunda es ver que en Colombia siguen las masacres. No esperaba, sin embargo, que esa situación fuera a cambiar de un día para otro por un cambio de gobierno”, fue uno de los últimos trinos que publicó la actriz.
El año se acabó sin responder esta pregunta. Fue hasta ahora que apareció para dar declaraciones sobre su ausencia en redes sociales, en una entrevista que le hizo la revista Cambio, donde confirmó que fue decisión propia haberse alejado de ese mundo.
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“Abrí mi cuenta de Twitter en 2009. Me parecía muy entretenido aquello de tratar de decir lo más posible con una cantidad limitada de caracteres. Como ejercicio de raciocinio, ingenio y escritura era una diversión y, por supuesto, también directa con gente de todo el mundo. Por medio de esa red, en particular, conseguí nuevos amigos y tuve acceso a personas admirables. Lo que pasó es que me empecé a cansar del ruido que yo misma estaba produciendo ahí”, confesó.
La mujer continuó.
“Creo que me retiré de las redes porque no soportaba más la reactividad mía y la de los demás. No estoy segura de que vivir en paz sea una meta alcanzable; creo, más bien, en entrenar la capacidad de vivir en el conflicto sin que eso signifique eliminar al otro. Ahora, hay maneras de transitar el conflicto y pilotear las emociones que se generan por cuenta de él. Yo opto por la autoobservación constante y por eso no soy muy buena para pelear con nadie”.
Fuente: El Colombiano
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