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Tatuar, una pasión para ellas en Norte de Santander
Tres tatuadoras nortesantandereanas nos contaron como iniciaron con este arte.
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Geraldine García
Domingo, 12 de Septiembre de 2021

Sin duda alguna, los tatuajes han adquirido gran popularidad entre las personas y cada vez puede verse a más gente portando uno en sus brazos, piernas y hasta en la cara. La mayoría se ‘marca’ la piel para plasmar algún recuerdo y otros, por gusto. 

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En Cúcuta, hay muchos tatuadores que han logrado reconocimiento, pero en esta ocasión destacaremos a tres mujeres que están conquistando este fascinante arte y a su vez, apoyan y visibilizan el lugar de las femeninas en esta industria.

Yumaira Bravo plasma verdaderas obras de arte

Yumaira

Nunca se imaginó que iba a ser tatuadora. Yumaira Bravo Bermón, nacida en Cúcuta, pero criada en Chinácota, es una de las mujeres que más se destacan por su buen trabajo que realiza en la piel.  Su actual pareja, Pedro Luis Gélvez Rico, conocido como ‘Pepo’, uno de los principales exponentes en Cúcuta, fue quien la inspiró a seguir sus pasos. 

En el 2016, Yumaira empezó a dibujar y quería probar en el tatuaje, pero le daba miedo, pues considera que es un oficio delicado al tratarse de la piel. 

Bravo, de 25 años, siguió perfeccionando el dibujo, practicando en piel sintética y luego se aventuró a hacer su primer tatuaje, piel que prestó su hermano. “Él me apoyó para empezar a tatuar y ahí inició todo, empezó a gustarme y es un arte muy bonito”, agregó la cucuteña, quien recuerda que le hizo un venado en la pierna, diseñado por ella.

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“Esto no es fácil, cuando uno empieza a enfocarse en una carrera para que la gente te apoye, usted también tiene que poner de su parte, demostrar que se puede, tener confianza en uno mismo y mostrarles confianza a los clientes”, aseguró la joven, quien poco a poco fue adentrándose en el mundo del tatto y hoy, su trabajo.

Durante estos cinco años como tatuadora, Yumaira se ha ganado varios premios que la motivan. “En el 2017 gané dos premios en la Expo Tatuaje de la Frontera: primer lugar de novatos y el segundo, el mejor tatuadora. El tercer premio me lo gané en un expo en Barranquilla que quedé de segundo lugar en puntillismo, fue una satisfacción muy linda”, contó la mujer, quien le agradece también a su pareja por apoyarla.

Su especialidad radica en un estilo minimalistas, puntillismo, color y sombra, entre otras técnicas. 

La artista es madre de una niña y asegura que ella es la motivación más grande que tiene para seguir en esa pasión y continuar aprendiendo.

Pueden ver su trabajo en su cuenta personal de Instagram @YumairaBravo, donde tiene más de 18 mil seguidores.

Kelly Arévalo ama ser tatuadora

Kelly Arévalo.

Nacer con sindactilia (tener dos o más dedos de la mano o del pie unidos) no fue impedimento para que la cucuteña Kelly Arévalo hoy sea una de las mejores tatuadoras de la ciudad. Esta condición, en su mano izquierda, la motiva a diario de que nada es obstáculo para cumplir cada meta propuesta. 

Desde pequeña, Kelly mostró su talento para dibujar y esto de algún modo reflejó su futuro. Empezó a estudiar diseño de modas, pero sintió que no era lo suyo, porque no era lo mismo a su pasión por el arte: pintar y dibujar. 

Un día -contó- que vio una revista de tatuajes donde se sintió atraía por esta habilidad y se hizo su primer tatuaje, con la sorpresa que fue una mujer la que, por primera vez, marcó su piel. Por ello aprovechó para preguntarle si podía aprender a tatuar.  

Al escuchar una propuesta positiva, empezó a leer sobre el tatto y ahorrar para comprarse una máquina y una fuente. Esto sucedió ya hace 12 años. 

“Cuando compré los elementos, no tenía ni idea como poner la aguja, pues en esa época era difícil el acceso al internet, por lo que le pedí ayuda a un tatuador que conocía, y él me explicó algunas cosas”, dijo ella, quien asegura que este fue el inicio. 

“Fue un proceso que se arrancó suave y el primer tatuaje que hice fue una estrella náutica, y me temblaba la mano, pero quedó bonito”, dijo Kelly, de 31 años, quien tiene dos hijos.

Ahorita ve los tatuajes que hace y se sorprende del proceso de crecimiento que ha tenido, un logro que le ha permitido tener cerca de 20 premios en convenciones que han realizado donde se reúnen con tatuadores de otras ciudades. 

“Siempre he ganado por tatuajes tradicionales y por mejor tatuaje del día”, contó Kelly, quien además tiene cerca de 30 tatuajes en su piel, hecho por distintos artistas. 

Actualmente, tiene un estudio por la avenida principal del barrio Aeropuerto y su trabajo lo deja ver en su cuenta de Instagram @Kellyyarevalo, donde tiene más de 20 mil seguidores. “Todos estos años me he destacado por el estilo del tatuaje tradicional americano, pero hace meses inicié con en el tatuaje oriental (mascaras, japonesas, dragones y geisha)”, contó la cucuteña, quien les aconseja a las demás mujeres que piensan en ser tatuadoras, que primero deben enamorarse de este arte, dedicarse, enfocarse, respetar la piel del cliente y sobre todo hacerlo con amor para ver los buenos resultados.

Lorena Sánchez León, una abogada tatuadora

Lorena Sánchez

Cuando Lorena Sánchez León habla, se sabe que es de Ocaña, su acento la delata de inmediato. Tiene 23 años y estudia derecho en la Universidad Francisco de Paula Santander, en su tierra. Sin embargo, combina con su profesión con una pasión que tiene desde hace cuatro años, tatuar.  

Sánchez León dice que cuando estaba en tercer semestre trabajaba de mesera para pagar sus estudios, pero de un momento a otro el restaurante lo cerraron y quedó desempleada. Pero como a ella siempre le ha gustado el grafiti, un primo la invitó a hacer uno en Cúcuta. Luego la incitó a que tatuara y ella acudió a un seminario y se atrevió a hacer uno. Desde ese momento, se enamoró de tatuar. 

“Me acuerdo que hice una mascarita de tristeza y de felicidad, pero me preparé para hacerlo, y quedó bonito”, dijo la joven, quien tiene claro que es más importante la asepsia que el tatuaje.

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La artista está por graduarse como abogada, solo le falta consultorio jurídico, la prueba de inglés y el proyecto de grado, pero quiere dedicarse al tatuaje, pues le apasiona estar entre las agujas. 

“Siento que ser tatuadora le abre a uno puerta a otros lugares, conocer gente, y uno estudia mucho en este arte, como fotografía, anatomía, el color, para poder hacer un buen trabajo”, contó Lorena, quien recordó que cuando inició en este oficio, era poco común ver mujeres,  pero ahora han ido cambiando ese concepto porque ya hay más mujeres trabajando en este oficio y con mucho talento.

“La mayoría de tatuadores son hombres, pero no considero que sea solo de ellos, pues he visto muchas mujeres que se involucran en esto, y se les nota la pasión y el amor”, dijo, al sentirse orgullosa y feliz al tener premios con este gusto que hoy llevan muchas personas plasmadas en sus pieles.

Su especialidad radica en un estilo del puntillismo, pero asegura que ha empezado a estudiar el tatuaje neotradicional. 

Ella trabaja, cuando tiene citas en Cúcuta en el local Trazo Fino y en Ocaña en un lugar que tiene. Su trabajo lo pueden ver en su cuenta de Instagram @cs_waris donde tiene más de 2 mil seguidores.

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