Los perros, al igual que los humanos, necesitan todos los grupos alimenticios. Requieren proteínas, fibra, calcio, carbohidratos y demás vitaminas y minerales. Sin embargo, muchos tenedores de perros (o padres de perritos), por desconocimiento o venta mediante engaño (no por falta de amor), fallan en su intento de proveerle a su compañero de cuatro patas una alimentación adecuada.

Esto se evidencia en la siguiente estadística: las 2 principales razones de consulta veterinaria son: a) alergias de piel, b) problemas gastrointestinales (vómitos y diarreas). Y esto se debe a la existencia de una gran cantidad de Perritos mal alimentados. Sumado a ello, una gran cantidad de perritos son inapetentes por los escases de opciones de calidad. 

A continuación, un detalle breve de las anteriores opciones de alimentación:

La comida NO natural/concentrado.

El concentrado no es comida de verdad. Sus ingredientes son subproductos. El pollo no es pollo, sino harina de pollo, y lo mismo pasa con el salmón, el cordero, la res, etc. Esto sumado a que está cargado de aditivos, saborizantes, colorantes y conservantes químicos. Expertos aseguran que el concentrado para perros disminuye los años de vida del animal. No obstante, también existen opciones de mejor calidad, que son medicados para condiciones o patologías específicas; sin embargo, son muy costosas, y por buenos que sean, contienen químicos. Según los expertos, la única ventaja del alimento procesado es “la comodidad” para el usuario. “El alimento procesado daña el microbiota intestinal (…) comprometiendo el sistema inmune y paredes del intestino, dando a lugar a enfermedades como diabetes u obesidad”.

La comida natural. 

Hay 3 opciones: 1) BARF (cruda), 2) Deshidratada, 3) Pre-cocida/horneada.

Estas 3 opciones pueden prepararse de forma casera o industrial con formula y estándares (esquema ideal). En el marco de las opciones naturales, los expertos consideran que el alimento horneado es el mejor. El horneado elimina el riesgo microbiológico de contaminación que existe en la comida natural cruda de la BARF. Y también porque el horneado mantiene los atributos de palatividad (sabor) que se pierde en el alimento deshidratado al extraerle el agua. El alimento no solo debe ser saludable, también debe ser delicioso para que ellos coman con gusto. 

 

En Colombia predomina la comida elaborada en cocinas caseras o desde la informalidad y lo más grave, sin un balanceo técnico de nutrientes que debe realizar un zootecnista experto. Por eso, asegúrate de que el producto que te interesa sea elaborado por expertos mediante protocolos y estándares; no de manera artesanal en cocinas caseras.

En este contexto nace y se explica el crecimiento reciente y acelerado de VITA Alimento Vital, reconocido ya como el productor del mejor alimento natural horneado para perros.

Se trata de una empresa colombiano creada para contribuir a la salud de nuestros compañeros peludos a través de una buena alimentación: “Nuestro amor incondicional por los perritos y en particular por los nuestros, Vita y Napo, nos inspiró a buscar el elixir para su larga y sana vida, y eso comienza con lo que les ponemos en su plato. Cansados de productos altamente procesados y de otros que se comercializan como “naturales” y “saludables” y que no lo son, decidimos reinventar su alimentación porque creemos que nuestros familiares de cuatro patas merecen alimentos de alta calidad que les permitan batir sus colitas con felicidad por tiempo a nuestro lado” afirma Alejandra Giraldo, Cofundadora.

 

¿Cómo debemos alimentar a nuestros peludos?

¿Para todo tipo de raza y edades?

Los alimentos para todas las razas sí existen, pero lo que no existe son los alimentos para todas las edades. La comida que se categoriza por razas es por lo general los concentrados, es decir, raza media, pequeña, grande, la principal diferencia es el tamaño de las pepitas, eso no quiere decir que haya una formula puntal para cada tamaño; lo que sí existe son formulas puntuales para cachorros y adultos, ya que un perro cachorro está en la etapa de formación y necesita nutrientes muy puntuales, por lo que no pueden comer lo mismo que un adulto.

“Nosotros tenemos una línea que es para todas las razas de perritos, pero solo adultos. Nuestra formulación está diseñada para suplir las necesidades que tiene un perrito en su etapa adulta. La ración a proporcionar de define en función del peso de cada perrito”, explica Alejandra.

¿Qué tal la comida BARF?

La comida BARF no la recomiendan los zootecnistas ni los veterinarios. Resulta que la comida BARF es proteína cruda y el riesgo microbiológico de contaminación es muy alto porque hay mayores posibilidades de que se contagien de un parásito o bacteria, esto les puede causar a los peludos, diarreas crónicas, gastroenteritis, afectaciones en el hígado o los riñones. Adicionalmente es muy alta en proteína y grasa, lo que podría causar que los órganos se sobrecarguen.

Entonces, ¿Cuál es la mejor opción?

En el mercado existen dos grandes grupos de alimentos, los procesados y los naturales. Los alimentos procesados (concentrados o pepas) son secos, no son de proteína real sino de harinas con saborizantes y contienen químicos que hacen que su vida útil se extienda hasta por 3 años en bolsa. Los alimentos naturales tienen varios grupos: cruda, horneada y la deshidratada. Expertos han demostrado que la mejor opción es la comida horneada. Las dietas horneadas pasan por un proceso de cocción en donde se elimina el riesgo microbiológico, al transformarse o cocinarse los alimentos, se mueren las bacterias que tengan las carnes o vegetales. Y tienen un mejor sabor que las deshidratadas.

¿Y la comida casera?

En el afán de darles algo más natural, los papas de perritos piensan que, preparando arroz, pollo, habichuela, etc., estarán bien. ¿Es así? Alejandra responde: una investigación reciente realizada en EE.UU. encontró que el 95% de las recetas caseras carecen de todos los nutrientes esenciales para los perros. A mediano plazo, pueden surgir complicaciones graves en algunos órganos por deficiencias de nutrientes y, más comúnmente, por sobredosis si una receta no ha sido balanceada adecuadamente, uno de los ejemplos más comunes son los cálculos y las fallas renales”.

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