Hace dos semanas ‘Loki’ encontró en la Fundación Manantial, la cual tiene un refugio animal cerca a la Cárcel de Cúcuta, unos ‘ángeles’ que le salvaron la vida. Hasta allí lo trasladaron integrantes de la Policía de Tránsito y Transporte, luego de ser atropellado por un conductor en la vía Cúcuta-Pamplona, cerca a El Diamante.
El responsable del hecho continuó su marcha como si nada, mientras el perro quedó tirado en el asfalto, aullando del dolor. Era muy inhumano no condolerse del estado en el que quedó.
“Se le abrió la cabeza en dos partes, literalmente. Fue un caso que nos conmovió, porque los ojitos se le desorbitaron. ¡Fue tremendo!”, describió Jairo Aguirre, director de Manantial, organización que le ha brindado toda la asistencia veterinaria y, por eso, “afortunadamente está fuera de peligro”.
‘Loki’ tuvo suerte, pero son muchos los animales víctimas de maltratos y accidentes que logran recibir atención y no se recuperan. La fundación ha rescatado y brindando asistencia veterinaria a 22 animales en lo que va de año y cuatro murieron por la gravedad de las lesiones; la cifras pueden ser más alarmantes, pues hay casos que no se denuncian.
Entre las atenciones brindadas por Manantial en 2021 se destaca una zarigüeya, en el barrio Aeropuerto, a la cual habitantes lapidaron, pero se recuperó. “A una iguana también la rescatamos, pero ella sí murió, porque de los golpes que le dieron les sacaron los ojos y le rompieron varios órganos”, indicó Jairo Aguirre.
Redes sociales y la Policía, instrumentos importantes
“El trabajo con la Policía es una alianza muy bonita, de apoyo mutuo y de fortalecimiento para la tarea que estamos haciendo, en cuanto a la tenencia responsable y del bienestar animal. Sin la autoridad es muy poco lo que podemos hacer”, sostuvo el director de Manantial, que lleva 13 años de labores.
Jairo Aguirre destacó que el Grupo de Protección Ambiental y Ecológico (Gupae) “trabaja con las uñas”, pues carecen de equipos y herramientas necesarias para su labor, aunado a ello a que no hay un refugio animal del municipio, por lo tanto no tienen un lugar para que los uniformados acobijen a la fauna que rescata y se ven en la necesidad de acudir a las fundaciones que cuentan con estos espacios.
También expresó que las redes sociales han sido importante en su labor de socorro animal, debido a que son cajas de resonancia de las situaciones que se registran en Cúcuta y su área metropolitana.
El protector de los animales recordó que hace muchos años el panorama era dramático y duro, debido a que a todos esos animales que recogían las unidades móviles de Zoonosis departamentales y municipales, sin importar nada, les practicaban la eutanasia.
Había un “Estado maltratador”, incluso, Cúcuta era un “centro de concentración al estilo Hitler”, pues desde Tibú traían perros y gatos callejeros para ser sacrificados, según Jairo Aguirre, quien añadió que el auge de animalistas llevó a que el panorama cambiara y se generara más conciencia sobre los derechos de estos seres sintientes y se redujera el maltrato animal.
Para Jairo Aguirre, la clave para acabar con el maltrato animal está en la educación sobre la tenencia responsable y las sanciones que contempla la ley por violentar a los animales domésticos y silvestres.
“Están hablando de crear un centro de bienestar animal del municipio y creemos que bajo las condiciones de este momento, de personas que lo que quieren es deshacerse de sus perros y gatos, ese lugar se va a convertir en botadero de animales”, aseguró el animalista, destacando que la Fundación Manantial recibe diariamente entre 30 y 35 llamadas telefónicas de ciudadanos que quieren que les reciban sus perros.
La pandemia aumentó el abandono: Gupae
Para el intendente jefe Fernando Corredor, comandante del Grupo de Protección Ambiental y Ecológica (Gupae) de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), la pandemia de COVID-19 aumentó el maltrato hacia los animales.
“Comenzaron los mitos de que las mascotas transmitían el virus y muchos animales fueron arrojados a las calles. La gente inhumanamente metía gatos y perros en costales y los abandonaban en el Anillo Vial. Logramos focalizar unos puntos, en donde se identificó que eran los de mayor proliferación de estos seres sintientes, nos articulamos con el concejal Víctor Caicedo y se implementó una estrategia de trabajo, creando una ruta de atención alimentaria”.
Corredor afirmó que esa ruta se hizo autosostenible con donación ciudadanas y se generaron 17 comedores para animales, los cuales surtían todos los días con alimento concentrado para canes y felinos. De esta manera identificaron 5.500 animales en situación de calle, “una cifra bastante triste”.
En octubre del año pasado, más de 20 gatos fueron envenenados en el barrio Pueblo Nuevo de Cúcuta, según vecinos; la situación se repitió en noviembre en Quinta Oriental, cuyos habitantes denunciaron la matanza de ocho felinos que pernoctaban en las instalaciones abandonadas de un antiguo Telecom.
“Un caso lamentable que atendimos este año ocurrió en Los Patios, en donde una ciudadana que tenía una perrita en estado de gestación, que además tenía una enfermedad llamada babesia, producida por la garrapata, que le desgató la matriz. La perrita dio a luz y comenzó con una hemorragia, pero la señora la dejó morir y los cachorros a su suerte”, manifestó.
Por denuncia de un vecino verificaron lo ocurrido, hallaron el cuerpo del animal botado detrás de la casa y capturaron a la mujer para dejarla a disposición de la autoridad competente.
El intendente jefe Fernando Corredor señaló que tienen a disposición la línea (móvil) de atención 320 4481131, en donde reciben en promedio información de cinco casos, a veces hasta 10. Al tiempo, han desarrollado actividades de control y prevención en los sitios en donde venden fauna doméstica, para garantizar sus adecuadas condiciones.
El comandante del Gupae subrayó que han llevado jornadas de bienestar animal con desparasitación, entrega de vitaminas y alimentos a esos sitios en donde pululan los animales abandonados, con el acompañamiento de organizaciones como Fundación El Labrador y Los Animales de Noé.
En estudio, norma que protege a los animales en desastres
Uno de los animalistas muy activos, el concejal de Cúcuta Víctor Caicedo, participó el miércoles pasado en la sesión de la Comisión Quinta de la Asamblea de Norte de Santander, en donde se estudió el proyecto de ordenanza 008 de 2021.
Según Caicedo, por medio de esta norma se autoriza al gobernador para que incluya a los seres sintientes, domésticos y silvestre dentro del Plan Departamental de Gestión de Riesgo de Desastres e implemente la estrategia departamental de respuesta a emergencias. También busca que se conforma la Unidad se Rescate Animal.
Para el líder, este es un proyecto urgente para que “los animales ganen”. “Es un gran paso para poder brindar una política pública a futuro, que se ejecute en su totalidad para poder salvaguardar la vida de muchos animales… Estamos todos unidos por la vida”, alegó.
La animalista Lina Reyes, integrante de la fundación Mi Mejor Amigo, también se sumó a esa sesión, en donde expuso que la protección de los animales en la prevención de los riesgos y desastres viene contemplado por Ley 1774.
Recordó que en el desastre de Gramalote, en diciembre 2010, en donde afortunadamente no hubo víctimas humanas, muchos animales quedaron abandonados, pues hicieron falta muchas herramientas y una estructura para ayudar a esos animales domésticos y silvestres.
Otro desplazamiento que también afectó a los animales fue el registado en agosto de 2015, cuando sacaron a miles de colombianos asentados en la invasión Barinitas, en la frontera venezolana, por lo que muchas mascotas y animales domésticos fueron movilizados por el río Táchira, así como los retornados pasaron sus pertenencias por estas aguas.
Reyes añadió que en ambos hechos estuvieron brindando la ayuda que pudieron, pero esta norma dispondría recursos del Estado para también atender a los animales y no solo a las personas. “Necesitamos todos ser protegidos por el Estado y aquí estaremos siempre para aportar nuestra experiencia”.
Para este lunes festivo, a las 5:00 p. m., la Comisión Quinta citó a una nueva sesión para seguir el debate del proyecto de ordenanza, la cual nació como tesis de grado de los estudiantes de la Universidad de Santander (UDES) del último año de la carrera de Derecho Lilian Jazmín Nieto Arciniegas, Yuliana Paola Álvarez Mancipe y Ronald Alexis Suárez Guevara.
Sanciones por delitos contra los animales
- Multas de 5 a 50 salarios mínimos legales mensuales vigentes (SMMLV), es decir, entre $4.542.630 y $45.426.300.
- Prisión de 12 a 36 meses e inhabilidad especial de 1 a 3 años para poder ejercer la profesión, oficio, comercio o tenencia que tenga relación con los animales.
- Las penas de prisión aumentarían si se cometen conductas con sevicia, si el maltrato ocurre en la vía o en sitios públicos, si para maltratar se valen de menores de edad o es en presencia de ellos, si hay actos sexuales con los animales y cuando el delito lo cometa un servidor público.
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