Las mascotas han existido desde hace mucho tiempo. Los animales de compañía han evolucionado a la par del hombre y desde entonces han disfrutado de todo lo que les puede brindar sus dueños.

Tener un perro o gato siempre ha sido normal en cualquier sociedad, pero en estos tiempos modernos, el concepto de criar, cuidar brindarle el afecto, cariño y convivir con una mascota, ha llevado a las personas de alguna manera a sobreprotegerlos al extremo.

El mercado ha encontrado en las mascotas un gran aliado para crear y producir productos desde comida especial hasta artículos, de todo tipo, llámese ropa, collares con dispositivos electrónicos, camas, maletas de viaje, gimnasios para gatos, juguetes para que el animal no se estrese cuando es dejado solo en la casa o el apartamento.

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Incluso coches similares a los de los bebés para sacarlos a pasear, hasta allá se ha llegado al punto de quitarles su independencia. Excentricidad, o moda, los dueños de los peluditos por ver bien a los animales hacen lo que sea.

La Opinión consultó Oscar Guevara, etólogo, especialista en comportamiento animal para conocer qué tan bueno o malo es consentir en ese sentido a las mascotas o si simplemente hace parte de un bum publicitario o de una moda cualquiera para complacer a los fieles acompañantes de las familias.

Guevara explicó que la tendencia de artículos para mascotas ha crecido de manera impresionante y es un negocio que se ha posicionado y dominado el mercado.

 “Los accesorios para mascotas se han incrementado demasiado y hay artículos que se venden según las necesidades del animal”, comentó.

De igual manera sostuvo que hay accesorios que no hacen parte o no son beneficiosos para el bienestar de la mascota, pero son más de la satisfacción de las personas de ver a su perro o gato diferente o como una moda,  dependiendo de la actitud del dueño.

¿Qué hay de moda?

Un lujo son los coches que venden en tiendas físicas o en plataformas digitales para mascotas. Se encuentran desde los $300.000 o un gimnasio para gatos entre los $90.000 y  $600.000 según lo desee el dueño del animal.

Las maletas trasparentes para llevar las mascotas pequeñas desde $80.000 o gafas de sol que cuestan $50.000 o $60.000 según el diseño.

Los dispositivos con GPS para collar desde los $50.000 en adelante, para seguir al peludito si llega a perderse y así poder ubicarlo.

Las maletas o guacales como se les conoce son más modernas y cómodas para llevar los peluditos.

Pérdida de independencia

Guevara dice que vestirlos o llevarlos en coche no es lo mejor para ellos, pues considera que es como robarles parte de esencia natural de ser independientes.

“El hecho de montarlos en un coche, transportarlos va en contra de su libertad. Un perro es un perro necesita explorar el medioambiente, necesita encontrarse con los de su misma especie para socializarse y el coche le va a cohibir eso disfrutar de un paseo, porque él necesita desarrollarse y al sobreprotegerlo no se le está dejando ser perro”, remarcó el etólogo.

No obstante, el médico veterinario aclaró que si una mascota tiene una gripe se le puede poner un saco de lana, pero es diferente si se hace como moda.

Y si es un animal que no puede caminar, presenta algún problema físico, el uso de un coche podría ser beneficioso por lo demás es desmejorar su calidad de vida.

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En cuanto a los gimnasios que se han creado para los mininos, Oscar Guevara precisó que los gatos son una especie que se estresa con mucha facilidad y el tener un accesorio de este tipo si es una buena ayuda.

“Este tipo de artículo va más enfocado para su bienestar. El gato es un animal que se estresa mucho en ambientes cerrados y un gimnasio como los que se ven en el mercado son una gran ayuda de distracción para que se trepen, salten y se ejercite y pueda crear una conducta de tranquilidad”, dijo.

Una de las grandes novedades en el mercado son los coches para pasear a las mascotas.

Supervisión por cámaras

 Otro de los artículos lujosos que están de moda son las cámaras que algunos suelen ponerle a sus perros, para vigilarlos o a veces cuando van a caminar ver que hacen cuando se separan del dueño por unos segundos.

“Depende de cuál sea el objetivo de cámara. El supervisar el animal, va en el querer de las personas por querer crecer ese vínculo con el animal”.

De igual manera el especialista dijo que algunas veces las cámaras se utilizan para observar qué está haciendo la mascota, pero generalmente no son necesarias.

Otro de los accesorios que se ve en el mercado son los canguros, una manera llevarlos alzados y que se ven curiosos, pero son gustos de las personas sobre todo en los perros pequeños, una manera de convertirlos dependientes.

“Depende del contexto, si el perro es pequeño, un cachorro, que supongamos es vacunado se alza para que no vaya a ser infectado, o si la mascota es miedosa, las personas tienden a alzarlo. Pero no es bueno cargarlo todo el tiempo (...)”, agregó.

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