1. Comenzando el semestre del año, una vez terminadas las fiestas julianas, los regocijos públicos pasaron a segundo plano. Durante las pasadas festividades, la Junta Organizadora hizo todo su esfuerzo y puso todo su empeño para proporcionar las mejores diversiones al público, pero especialmente en la promoción de las actuaciones toreriles que eran las de mayor expectativa en las ciudades y pueblos de la América hispana. En esta ocasión, actuaron varias cuadrillas de toreros, entre quienes estaban Julio Mendoza, Pedro Yady, Alejandro Campos, más conocido por su nombre artístico ‘Campitos’ quien tuvo reconocimiento nacional años más tarde, acompañados de otros ‘mataores’ como Santiago Rojas, ‘Serruti’ y Pepe Vilna, quienes con los bufos ‘Masamorrero’ y Charlot, Chaplin y su Botones hacían las delicias de los asistentes en la plaza instalada en la Plaza del Libertador. La quema de pólvora era de los espectáculos que llamaba la atención de los pobladores y reconocían la especial dedicación que al efecto ponía el popular ‘negro’ Maximiliano Olarte, experto polvorero y máximo exponente de este arte en la ciudad. En general, todas las actividades programadas fueron un completo éxito y la ciudadanía por entero satisfecha con los organizadores, pues no se presentaron hechos bochornosos ni tragedias que lamentar.
2. Pasado el alboroto de las festividades de mitad de año, las autoridades locales conjuntamente con algunos funcionarios nacionales, se dieron a la tarea de programar los actos de inauguración de la Cárcel Modelo, una magnífica obra, considerada, en ese momento como una de las mejores y más modernas del país; la edificación fue planificada por el doctor Pablo de la Cruz y dirigida la construcción por los ingenieros Julián y Antonio Vega Rangel, Julio Méndez y Emilio Gaitán Martín quien culminó los trabajos de la obra y procedió a entregarla oficialmente. El programa de la inauguración se inició con la misa y bendición del recinto por parte del obispo de Pamplona, monseñor Rafael Afanador y Cadena. Seguidamente el acto inaugural fue presidido por el señor gobernador Miguel Durán Durán, acompañado por el alcalde Joaquín Ramírez, el representante del gobierno nacional Francisco Bruno y un nutrido grupo de personalidades representantes del sector privado de la ciudad. Después de los discursos de rigor por parte
de los delegados gubernamentales, los voceros de los presidiarios Daniel Ortiz y David Nieto expresaron sus agradecimientos en nombre de sus compañeros. En resto de la jornada fue dedicada principalmente a la atención de los retenidos, a quienes se les ofreció almuerzo y cena especial, igualmente se les autorizó una hora de visitas y en las horas de la noche, una función cinematográfica con la cual terminó el día de estreno del reclusorio. Todo había marchado a pedir de boca, hasta que al día siguiente de la inauguración se produjo la primera fuga de presos. Pareciera burlesco pero así sucedió. Luis A. Rosales es el preso a quien corresponde el dudoso honor de protagonizarla. Parece que todo lo tenía fríamente calculado, pues el día anterior, narran las crónicas del momento, que nuestro personaje, decepcionado de la vida decidió suicidarse engiriendo vidrio molido, acción que para su fortuna fue neutralizada oportunamente por el equipo médico del penal. Después de la intervención médica, el recluso fue dejado
en observación en la recién estrenada sala de recuperación en el segundo piso, todavía sin las seguridades que ameritaba por tratarse de un salón en un piso alto, así que esperó que los guardianes se durmieran, tal vez todavía aletargados por el jolgorio del día anterior, anudando las sábanas y cobijas que estaban a su disposición se descolgó tranquila y silenciosamente por los altos muros hasta alcanzar la calle y perderse en la oscuridad de la noche.
3. Los problemas de tránsito en las ciudades modernas no son un problema reciente, sólo han venido agudizándose con tiempo, como podemos comprobarlo con las noticias que leíamos antaño. En el año en mención, registramos unas quejas de usuarios del trasporte dirigidas a las autoridades correspondientes, en las que solicitan “hacer cumplir las disposiciones legales sobre estacionamiento de vehículos en determinados lugares de la ciudad, especialmente en donde se sitúan los buses que hacen recorridos a pueblos vecinos y a la hermana república”. Debo agregar, para mayor claridad, que entonces no existían terminales oficiales para los autobuses y además, que todas las vías internas de la ciudad, calles y avenidas, eran de doble vía, esto es que podía transitarse en ambos sentidos y por esto, el origen de esta queja. Decían los perjudicados, que en estos sitios, el paso de los vehículos es casi imposible porque no aceptan algunos choferes el colocar sus carruajes de un solo lado de la calle, y por amplias que sean
las nuestras, es imposible que haya vía libre cuando toda la calle está ocupada. Los señores agentes de tráfico, continúan diciendo en su petición, que pasan largas horas contemplando este desorden, deberían ser más estrictos en el cumplimiento de su deber y deberían imponer a los conductores poco respetuosos con las damas transeúntes, el que moderen el vocabulario empleado con voces altisonantes, y rematan: Señor Inspector de Tráfico, ordene a sus subordinados un poco más de vigilancia y energía.
4. La pavimentación y embellecimiento de la avenida cuarta comenzó a realizarse desde el día 21 de marzo. Esa era la ruta utilizada por el tranvía y por el ferrocarril en su ruta hasta la estación sur, edificio que aún se conserva y que por circunstancias desconocidas no ha sido derrumbado ni se ha visto sometido al cruel destino que han sufrido las demás edificaciones de su género. En esa época, ese tipo de obras o contratos eran privilegio de la Sociedad de Mejoras Públicas, quien escogió al maestro Crisanto Ramírez para que ejecutara la obra siguiendo el mismo lineamiento que venía utilizándose para las principales calles de la ciudad, esto es, el empedrado con piedras finas y dos franjas de cemento, que hoy llamamos placa huella, por la sencilla razón que era el sistema más barato entre nosotros en donde se paga a cincuenta pesos la tonelada de cemento.
El gobierno departamental encabezado por el doctor Miguel Durán Durán, auxiliaba mensualmente con la suma de quinientos a la Junta de la Sociedad de Mejoras y esta a su vez, solicitaba la contribución de los vecinos del sector, quienes con su aporte lograron terminar a satisfacción, la obra a comienzos del mes de julio.
Gerardo Raynaud D. | gerard.raynaud@gmail.com