Desde el inicio de la emergencia humanitaria, World Vision ha estado desarrollando su respuesta a la crisis migratoria en las fronteras; una iniciativa que ha permitido acompañar a miles de familias migrantes a lo largo de cientos de kilómetros por las carreteras de Colombia, quienes se enfrentan a fuertes condiciones climáticas y un sinfín de peligros en medio de las vías nacionales. Ellos se exponen a múltiples vulnerabilidades como la desnutrición, el abuso, el maltrato, la explotación o la violencia física, psicológica y sexual.
Por lo mismo, World Vision y su equipo de respuesta humanitaria adelantaron un recorrido por tres de las rutas con mayor tránsito de familias migrantes (Bogotá – Tunja; Bucaramanga – Barrancabermeja; Bucaramanga – Cúcuta), encontrándose con escenarios de alto riesgo, especialmente para las niñas, niños, jóvenes, mujeres y hombres que caminan largas jornadas en búsqueda de un nuevo lugar el cual llamar hogar.
Los pasos del caminante
Tras el recorrido desarrollado por el equipo de la ONG internacional, se logró comprender de manera más amplia y cercana las situaciones a las que se ven expuestas las familias migrantes en tránsito, además de reconocer oportunidades para el desarrollo de acciones conjuntas de atención y acompañamiento a esta población altamente vulnerable.
Un recorrido que evidenció la vulnerabilidad y los riesgos a los que se enfrenta la población caminante, expuesta a fuertes cambios climáticos y largas distancias, donde la exigencia física supera las capacidades de madres en estado de embarazo, bebes de pocos meses o familiares en condición de discapacidad.
Por otro lado, acorde a las encuestas desarrolladas a lo largo de las tres rutas, se evidenció que el 100% de las familias caminantes habían ingresado al país de forma irregular, por “trochas” o pasos fronterizos improvisados, exponiéndose a diversos riesgos y con la incertidumbre de no contar con documentos que les permitan acceder a servicios de atención por parte Estado colombiano, situación que incrementa vulnerabilidades como el acceso a los servicios de salud, la desescolarización en niñas y niños, la empleabilidad de madres, padres y cuidadores, entre otras.
A través de las rutas también se hizo evidente la solidaridad y el apoyo de diversas organizaciones que hacen más sencillas las extenuantes jornadas a lo largo de los cientos de kilómetros recorridos, en la mayoría de los casos por más de 6 semanas, junto a sus familias.
El futuro del migrante caminante
Acorde al monitoreo desarrollado por el equipo de World Vision a lo largo de las tres rutas, la principal causa de la migración de las familias caminantes recae en la dificultad de encontrar trabajo en su país de origen, generando serias limitantes para el acceso a recursos básicos para el sustento de sus familias. Una situación que genera incertidumbre frente a su perspectiva de futuro de vida, como se evidencia en las encuestas de monitoreo desarrolladas:
- 37% manifiesta su deseo de retornar a su país.
- 38% manifiesta su intención de radicarse en Colombia.
- 13% no está seguro de cuál es su intención.
- 13% manifiesta su intención de desplazarse a otro país.
Dicha incertidumbre ha generado que los riesgos en medio de la ruta se incrementen al no generar una estabilidad de vida o hábitat para niñas, niños, adolescentes, mujeres y hombres. Riesgos que se centran especialmente en: intimidación o amenaza; trato degradante, discriminatorio o xenofobia; hurto o robo, además de las situaciones de vulnerabilidad para la niñez y adolescencia como lo son:
Violencia física
- Accidentes
- Desaparición o perdida
- Hipotermia
- Asesinato
- Secuestro
- Agresión de otros grupos (hinchadas deportivas)
- Deshidratación
- Desnutrición
- Cansancio
La niñez migrante no acompañada
Para World Vision resulta preocupante evidenciar que a lo largo de las rutas se presenta un alto flujo de adolescentes y jóvenes no acompañados que vienen adelantando las mismas largas jornadas de caminata en las vías del país, con el agravante de no contar con un acompañamiento de madres, padres o cuidadores, lo que los expone más aún a los riesgos relacionados a su situación.
Durante el monitoreo desarrollado, se observa a lo largo de las rutas que el 75% de la niñez migrante no acompañada ha recibido algún tipo de apoyo u orientación a la largo de sus jornadas de caminata.
Necesidades del migrante en tránsito:
Durante el recorrido, World Vision identificó algunas necesidades de las familias migrantes en tránsito, quienes han tenido que experimentar las inclementes condiciones de las carreteras nacionales, durmiendo en la mayoría de los casos sobre las vías, en albergues temporales o en instalaciones como peajes, estaciones de servicio, terrenos baldíos, entre otros.
Una realidad que se ve agravada por necesidades en: alimentación (94%); hidratación (50%); transporte (50%); refugio (38%); higiene (31%); salud (25%), principalmente.
World Vision en alianza con diferentes sectores sigue adelante con su respuesta a la crisis migratoria con la cual a febrero del 2021 ya han logrado impactar a 449.439 niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos migrantes a lo largo del país, con especial énfasis en departamentos como Norte de Santander, Santander, Arauca, Cundinamarca, Nariño, Antioquia, Valle del Cauca, Atlántico, Bolívar, Magdalena y La Guajira.