El gobernador de Florida, Rick Scott, obtuvo fácilmente el miércoles el respaldo para una propuesta que prohíbe al plan estatal de pensiones realizar inversiones a futuro que respalden directamente al régimen del presidente Nicolás Maduro en Venezuela.
Scott y otros dos administradores que le ayudan a supervisar el plan de pensión, que maneja 150.000 millones de dólares en fondos, votaron rápidamente para aprobar la medida, que sería más simbólica que sustancial, ya que el Sistema para el Retiro de Florida no invierte actualmente en compañías o valores que estén bajo control o en posesión de intereses del gobierno de Venezuela.
Scott, quien se perfila el próximo año como posible rival republicano del senador federal demócrata Bill Nelson, dijo que la propuesta es "un enorme paso en la dirección correcta".
Pero Nelson, otro detractor de Maduro, acusó a Scott de retractarse de sus promesas originales al prohibir únicamente inversiones directas en Venezuela, pero sin sancionar a las compañías que tengan negocios en la nación sudamericana.
Scott le había dicho a un grupo de seguidores reunidos en Miami el mes pasado que "cualquier organización que realice negocios con el régimen de Maduro no puede hacer negocios con el estado de Florida".
Florida ya cuenta con leyes que prohíben al estado invertir en compañías que realicen negocios en Cuba, Irán y Sudán. Y el año pasado se le instruyó a la Junta de Administración Estatal que se deslindara de empresas que boicoteen a Israel.
Pero la propuesta final aprobada el miércoles no se enfoca en todas las compañías que pudieran estar realizando negocios en el país, ni afectará al despacho de inversiones bancarias Goldman Sachs, que el año pasado adquirió a un menor precio 2.800 millones de dólares en bonos emitidos originalmente por la paraestatal petrolera venezolana PDVSA, a través de un intermediario para un cliente.
El banco administra parte del portafolio de inversiones de Florida, y el estado posee acciones en Goldman Sachs. Algunos republicanos, incluyendo al senador federal Marco Rubio, criticaron la adquisición de PDVSA, al decir que era un "salvavidas" para el régimen de Maduro.
The Associated Press obtuvo esta semana archivos que revelan que la Junta de Administración Estatal preparó a mediados de julio un documento en el que se indicaba que desvincularse del despacho tendría un gran impacto en el plan de pensiones.
Ese mismo documento mostraba que Florida tiene acciones en casi dos decenas de compañías que realizan negocios en Venezuela. Ash Williams, director ejecutivo de la junta, compartió los detalles con la oficina de Scott y con otros miembros del consejo.
Después de que Scott planteó la idea de tomar medidas, Goldman Sachs contrató a prominentes cabilderos de Tallahassee, incluyendo a un amigo y aliado del gobernador, quien se reunió en julio con ejecutivos de la compañía.
Scott defendió las acciones que el estado ha tomado hasta el momento y negó que haya reculado.
"No quiero hacer ningún negocio con el régimen de Maduro", indicó Scott. "Las compañías que hacen negocios con el pueblo venezolano, esas no son nuestro objetivo".
Scott también acusó a Nelson de no hacer "nada" para ayudar al pueblo venezolano.
"Nosotros, de hecho, hemos tomado medidas", subrayó Scott.
El portavoz de Nelson, Ryan Brown, resaltó que el senador ha pedido una prohibición a las importaciones procedentes de Venezuela hasta que se restaure el "orden constitucional". Dijo que la resolución que se aprobó el miércoles "no hace nada", porque prohíbe al estado "que haga algo que no hace".
Un senador estatal demócrata de Miami ya presentó una propuesta para 2018 que obligaría a la entidad de romper su vínculo comercial con Goldman Sachs.
"El pueblo de Venezuela necesita que nos pongamos de su lado, no solo de palabra, sino con acciones", comentó el senador José Javier Rodríguez.