Hungría vivió ayer un sismo político con la dimisión de la presidenta Katalin Novak, cercana al primer ministro uktranacionaista Viktor Orban, confrontada a una ola de indignación por haber indultado a un implicado en abusos sexuales a niños.
La polémica se desató a raíz del indulto que Novak concedió en abril de 2023, durante la visita del papa Francisco a Budapest, a un antiguo subdirector de un hogar para menores condenado en 2022 a más de tres años de cárcel por encubrir los abusos sexuales del director a niños y adolescentes en el establecimiento.
Lea también: Milei pide la renuncia de altos funcionarios por “falta de compromiso”
El viernes por la noche, manifestantes se congregaron ante el palacio presidencial y tres asesores presidenciales renunciaron a sus puestos. Katalin Novak, que se encontraba en Catar para asistir a un partido del Mundial de waterpolo entre Hungría y Kazajistán, adelantó su regreso a Budapest ante el escándalo.
"El indulto concedido y la falta de explicaciones pudieron suscitar dudas sobre la tolerancia cero con la pederastia. Pero no puede haber dudas sobre este tema", subrayó la política, de 46 años.
Encuentre aquí: Biden considera "excesiva" la respuesta de Israel, que bombardea Rafah
Asumir su responsabilidad
"Fue rápido: primero Novak, después Varga. Pero sabemos que ninguna decisión importante puede tomarse en Hungría sin la aprobación de Viktor Orban", reaccionó en Facebook la eurodiputada Anna Donath, del pequeño partido liberal Momentum. El mandatario "tiene que asumir su responsabilidad y explicar lo que pasó (...), es su sistema", agregó.
Organ trató de contener la indignación, anunciando el jueves que quería revisar la Constitución para excluir la posibilidad de indultar a delincuentes pederastas. Katalin Novak, sustituida provisionalmente por el presidente del Parlamento, Laszlo Kover, fue nombrada el año pasado la mujer más influyente de la vida pública húngara por la revista Forbes.
Le puede interesar: EE. UU. afirma haber deportado a más de medio millón de migrantes en casi 10 meses
La expresidenta, oriunda de la ciudad de Szeged (sur), fue funcionaria del ministerio de Relaciones Exteriores en 2001. Después de criar a sus tres hijos en Alemania, regresó a Hungría tras la victoria de Orban en 2010. Su renuncia deja en Hungría un paisaje político aún más masculino, ya que desde mediados de 2023 no hay ninguna mujer en el gabinete de Orban, compuesto por 16 hombres.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion