Un temible francotirador canadiense, considerado uno de los mejores del mundo, viajó a Ucrania para unirse a las fuerzas de voluntarios que combaten a las tropas rusas, que invadieron el país el pasado 24 de febrero.
Apodado “Wali”, su fotografía se ha hecho viral en las redes sociales. Tiene 40 años, casado, con un hijo de un año y una vasta experiencia en Afganistán e Iraq. El Estado Islámico y los talibanes no guardan buen recuerdo de su efectividad.
Wali formó parte de las Fuerzas Armadas canadienses entre 2009 y 2011 cuando las tropas del norte marcharon en Afganistán. Retirado de manera oficial, viajó como soldado voluntario para combatir en Iraq, solo y con una mochila. Allí se unió al batallón de peshmergas y combatió durante varios meses en territorio extranjero.
El experto francotirador canadiense ostenta el récord de la muerte a más larga distancia registrada hasta ahora: 3.450 metros con un rifle de precisión MacMillan Tac-50.
“Cuando me llamaron dijeron que necesitaban un francotirador. Es como un bombero que escucha la alarma, tuve que ir”, comentó “Wali”.
“Veo las imágenes de la destrucción en Ucrania y veo a mi hijo en peligro y sufriendo. Cuando veo un edificio destruido, veo a la persona que lo posee ver su fondo de pensión esfumarse. Voy allí por razones humanitarias”, lamentó el canadiense.
En su mochila lleva una máscara de gas, un traje de camuflaje para francotiradores, unos binoculares y la campera que usó en Afganistán.
Cuando el Gobierno de Ucrania anunció a finales de febrero la creación de la Legión Internacional de Defensa Territorial Ucraniana, él no lo dudó. Se estima que hay más de 20.000 extranjeros que forman parte de voluntarios que viajaron para defender al país invadido.
