Para los paramunos, la minería es una tradición de 400 años, su principal actividad económica, por eso es tan importante la definición de la delimitación del Páramo de Santurbán.
Con el fin de continuar y avanzar con los procesos en la delimitación, Vetas propone trabajar bajo un modelo minero, ambiental y urbano enfocado en la preservación del ecosistema y el derecho al trabajo con desarrollo sostenible.
“La primera propuesta tiene que ver con la construcción integral, justa y concertada frente al conflicto socio-ambiental e incorporación de los seis temas ineludibles de debate establecidos en la Sentencia T-361 de 2018”, asegura la comunidad.
De acuerdo con la comunidad de Vetas, la minería es la principal actividad productiva y generadora de empleo para los habitantes. Así mismo, la definición de la delimitación evita que se ejerzan de manera descontrolada las actividades de extracción ilícita de oro, degradación y destrucción ambiental en contravía de los objetivos de conservación que se pretenden impulsar con la delimitación del ecosistema de páramo.
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Por lo anterior consideran una delimitación que favorezca al ecosistema y la actividad minera. Según los paramunos, el desarrollo de la minería se aborda en un área de 600 hectáreas, y se ha realizado desde tiempos ancestrales. La propuesta considera que aquellas áreas que fueron clasificadas en la categoría de áreas de restauración, puedan ser incorporadas al área de páramo para propósitos de preservación. Así mismo, consideran la posibilidad de adicionar 109 hectáreas a esa zona, que no han sido incluidas en la delimitación establecida en la resolución.
La comunidad propone el valor consolidado del área de páramo definido, de 6.403 hectáreas, superior a las 6.380 hectáreas establecidas. Lo anterior permite inferir que la delimitación propuesta cumple los requerimientos fijados en la sentencia, resaltando que la nueva delimitación en el municipio de Vetas no será inferior en términos de protección del ambiente que la fijada en la Resolución de la referencia.
“Así que a través de esta propuesta estarían corrigiendo los errores cartográficos de delimitación señalados por la Sentencia T-361 y además conservando el páramo en términos globales (98.994 hectáreas) y reconociendo las áreas de valor ecológico para la protección del recurso hídrico que de hecho no fueron incluidas en la resolución”, reiteraron.
Conservación del ecosistema
En relación con la protección de fuentes hídricas, argumentan que no se puede ver el problema como el oro o el agua. Afirman que la minería bien desarrollada es la aliada del desarrollo sostenible y la conservación, pues constituye un elemento fundamental para la contención de las actividades mineras ilegales y descontroladas. Aunque sí manifiestan que debe haber más control en las prácticas para reducir, a largo plazo, cargas contaminantes en la calidad del agua de los ríos Vetas y Suratá. También reconocen el rol de los planes de manejo ambiental y licencias complementarias como elementos de ordenamiento del territorio y la actividad minera.
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Al mismo tiempo reiteran que la minería desarrollada en el municipio de Vetas es subterránea, con afectaciones mínimas sobre la superficie, condición que a su vez ha permitido mantener la composición, estructura y función de la biodiversidad del páramo. Y que el área total de los títulos mineros es de 581 hectáreas, equivalentes al 6,3% del área municipal.
La comunidad paramuna insiste en que las convocatorias, información, consultas, concertaciones decisiones, gestión y fiscalización, para garantizar el derecho de participación de la comunidad, continúan desconociéndose, aunque la Corte Constitucional lo haya establecido en la Sentencia T-361 de 2017 para el proceso de delimitación del Páramo de Santurbán. Por lo anterior, exigen que el siguiente paso sea avanzar a la concertación constructiva a través del diálogo en el que se incorpore la visión local de territorialidad.
Con respecto a los programas de reconversión y sustitución de actividades, anuncian que por la complejidad del conflicto socioambiental es importante promover la consolidación del modelo minero-ambiental-urbano que respalde los 400 años de historia, en los que la minería ha favorecido la conservación del páramo y los servicios ambientales. Sin embargo, plantean que sí debe haber un mejoramiento de las prácticas mineras sin que se sustituya, pues sería un escenario de exclusión absoluto.
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