Víctor Rodhes echa una mirada atrás y se ve sentado frente al teclado deslizando sus dedos, sacando melodías.
Y ese momento se ha repetido una y mil veces más.
Su hermano Hildebrando había comprado ese piano para aprender, pero nunca lo tocó. En cambio “yo sí empecé a ‘jugar’ con sus teclas y cuando mi familia se dio cuenta ya yo tocaba. Fue algo muy natural, que fluyó”.
Desde entonces se inclinó por la música. En Cúcuta estudió primaria y secuendaria en el colegio Padre Luis Variara y para complacer a su familia se matriculó en ingeniería civil en la Universidad Francisco de Paula Santander para estudiar ‘algo productivo’, sin embargo, al segundo semestre, en unas vacaciones, recibió una invitación a cantar en Bogotá y allá se quedó. Por eso se considera la ‘oveja negra’ de la familia que se descarrió por el arte, más exactamente por la música.
En Cúcuta alcanzó a cantar, los fines de semanas, en restaurantes y en Bogotá ha hecho lo mismo en bares.
No ha ido a ninguna academia a pulirse en música ni producción. Todo lo ha hecho de manera autodidacta. Y está feliz. No se arrepiente de lo que ha hecho. En su casa montó su estudio de producción donde contribuye al éxito de otros artistas y vibra cuando se adentra a ese mágico mundo del sonido y por medio de internet ha hecho producciones para la India, Corea del Sur, Turquía, Estados Unidos, Ecuador, Argentina. “Esta pandemia ha sido de mucho aprendizaje porque me ha permitido hacer muchas producciones internacionales”.
Víctor, quien adoptó el Rodhes como apellido artístico, también es compositor y acumula más de cien inspiraciones de las que ha grabado 12, que están listas para salir al mercado, a las plataformas digitales.
El género que lo identifica es el pop en fusión con blues, reggae y funk.
Siempre quiso presentarse a un reality y se dieron las cosas para ir hacer la fila y mostrar su Factor X en esta ocasión. Cree que va a seducir al jurado con la canción ‘Besitos de ti’, de su autoría, que habla de una experiencia vivida hace años. “De hecho es una canción que escribí hace 15 años, y hay muchas más guardadas, más de 100 canciones, esperando por salir, estaba esperando la oportunidad y siento que este es el momento para empezar a sacar todas estas canciones, me tengo fé y siento que puedo pasar la audición en el Factor X y que esto sea lo que catapulte mi carrera”.
Se considera un afortunado en la vida porque está haciendo lo que le gusta. “Estar compartiendo los sueños de las demás personas, por medio de la producción”.
Su novia Mafe Benítez también es cantante y se complementan.
Le gustaría venir a Cúcuta, a visitar a su madre Clara Cajamarca y a su padre Hildebrando Morales, pero por la pandemia evita salir de casa y prefiere seguir en su estudio produciendo música, porque sabe que tiene el Factor X.