Organismos de socorro atendieron conflagraciones en zonas verdes de Ocaña y La Playa de Belén, lo que encendió las alarmas durante el intenso verano que sacude la región.
En la vereda Las Liscas, ubicada cerca de la granja El Algodonal de la universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña, acudieron las unidades del cuerpo de bomberos para extinguir las llamas de un incendio propagado fácilmente, indicó el comandante de la institución de socorro, sargento Yefrey Peñaranda.
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“Fue todo un desafío para los bomberos al tratarse de una zona de difícil acceso. Tras más de 6 horas de arduo trabajo con 10 unidades y dos máquinas apagafuegos se logró apagar por completo la conflagración”, agregó.
Al final fueron más de 5 hectáreas consumidas por las llamas y se entregan recomendaciones a los campesinos de la región para que no hagan quemas controladas en las fincas ya que se puede salir de las manos con grandes consecuencias para el medio ambiente.
Encendidas las alarmas
Una situación similar ocurrió en las laderas del cerro tutelar de la Santa Cruz, poniendo en riesgo la fauna y flora del sector, afirmó subcomandante de bomberos Hermides Navarro.
Se requiere la colaboración de la misma comunidad para denunciar a los responsables, ya que el calentamiento global afecta la región.
“Estamos cansados de reprender a la comunidad sobre los efectos negativos de las quemas y algunos no entienden el gran daño ocasionado a la naturaleza”, agregó.
Por otro lado, en el municipio de La Playa de Belén, se conoció de otro incendio forestal en cercanías al Área Natural Única de Los Estoraques. Socorristas trabajan en la contención de las llamas para evitar que se propague hacia los senderos de gran valor ecológico y turístico.
Las autoridades ambientales hicieron un llamado a la población para extremar las precauciones en épocas de altas temperaturas y sequía, ya que las condiciones actuales aumentan significativamente el riesgo de incendios forestales.
Se recomienda evitar arrojar colillas de cigarrillos o encender fogatas en áreas naturales, así como informar de inmediato cualquier conato de incendio. Están rotundamente prohibidos los paseos de ollas ya que las cenizas se activan, arrastradas por los vientos y ocasionan desastres naturales de grandes magnitudes.
Las autoridades instaron a los ciudadanos a colaborar en la identificación temprana de posibles focos de fuego y a reportar cualquier situación que pueda representar un peligro para el entorno natural.
Asimismo, se investiga la intervención de manos criminales para iniciar los procesos sancionatorios.
La Unidad Técnica Ambiental alertó a los habitantes de la zona tomar las precauciones y denunciar a tiempo a los pirómanos con el fin de castigar ejemplarmente esas acciones por la conservación de los recursos naturales.
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Recuperar esas áreas devastadas por la candela en minutos demora años y afecta el suministro de agua potable de las poblaciones río abajo, indicó el titular de esa dependencia ingeniero Harwin Blanco León.
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