Problemas agroclimáticos mantienen en vilo a los campesinos de la provincia de Ocaña quienes solicitan al Ministerio de Agricultura facilitar los seguros de cosecha para evitar el descalabro económico de comienzos de año.
Si quieres tener acceso ilimitado a toda la información de La Opinión, apóyanos haciendo clic aquí: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
La ola de calor durante el día, los bruscos descensos de la temperatura en la noche, acompañados de fuertes vientos afecta cultivos de cebolla, café, tomate y fríjol, indicó el coordinador de la oficina de Desarrollo rural, zootecnista José Luis Amaya Vergel.
Los campesinos claman al Banco Agrario un salvavidas para resarcir las pérdidas. Indican que por un lado el contrabando de cebolla sumado a las afectaciones climáticas ocasiona la profunda crisis.
Lea además: Cultivadores de cebolla no quieren ‘pañitos de agua tibia’
La situación fue expuesta a la viceministra de Agricultura y asuntos rurales, Aura María Duarte y delegados del Banco Agrario para que suavicen las exigencias y activen los subsidios por imprevistos en el sector campesino.
Una pesadilla sin fin
Los habitantes de la zona rural aseguran que la historia se repite año tras año y se requiere una política de Estado para garantizar la seguridad alimentaria.
El presidente del Concejo del municipio de Ábrego, Edilson Arévalo, de estirpe campesina, señaló que los funcionarios y gerentes de los bancos perdieron credibilidad, pues a la hora de un desastre natural, exigen muchos documentos para mitigar los efectos.
“Cuando llegan a la zona hablan muy bonito, pero se van y olvidan las promesas. El campesino sufre mucho durante el verano por escasez de agua y las heladas. Luego llega el invierno con vientos huracanados y granizo y acaba con todos los cultivos. Debe existir una póliza, un seguro de cosecha para volver a sembrar”, reiteró.
Lea además: Gobernador lanza el plan para recuperar el sector agropecuario de Norte
La mayoría de los campesinos no confían en los famosos subsidios ya que nunca se hacen efectivos ante los engorrosos trámites, precisó.
La fuerza de la naturaleza
El panorama en la provincia de Ocaña y zona del Catatumbo es bastante desolador ante los irreversibles fenómenos naturales.
La disminución de los caudales de los ríos para abastecer los reservorios de agua producto de los intempestivos cambios de temperatura ocasiona daños a todos los cultivos, manifestó Virgelina Durán Bacca, lideresa de la vereda San Antonio del corregimiento de Otaré, quien pide auxilio al Gobierno nacional.
Explica que la producción en esas condiciones no es rentable y están endeudados con las entidades bancarias. El sistema de bombeo es costoso y se requiere el apoyo para la construcción de minidistritos de riego, además subsidios para remediar la crisis. “Si mejoran las condiciones en el campo se genera mucho empleo, nosotros abastecemos las plazas de mercado y contribuimos a la convivencia pacífica que tanto pregona el Gobierno.
Lea además: Sequía enciende las alarmas en la provincia de Ocaña
Es urgente el apoyo para que la gente no se desplace a formar los cordones de miseria en las ciudades y salgan a hacer fechorías”, reiteró.
Ostracismo total
Los rayos del sol ocasionan la transpiración de la tierra y el bajonazo en la temperatura afecta directamente a todas las plantaciones. Esa situación fue expuesta en la reciente visita de los funcionarios del alto Gobierno, pero quedaron en el aire, ya que las directivas del Banco Agrario cumplen otros lineamientos, ajenos a esa realidad, agregan los cultivadores.
Los campesinos cuidan mucho esa imagen crediticia, pero los bajos precios, los bruscos cambios climáticos, la sequía, las heladas, en incremento de los fletes y el contrabando agudiza la crisis alimentaria.
Esperan refinanciar las deudas con la ampliación de los periodos de pago, subsidios y estabilidad en los precios evitando la competencia desde otros países.
Lea además: Monitorean ríos ante el Fenómeno del Niño en Ocaña
Denuncian que el seguro de cosecha por problemas agroclimáticos ni siquiera se ha ofrecido a los campesinos. Lo grave del caso es que el intenso verano apenas comienza y se extenderá hasta finales de marzo. De no encontrar una pronta solución están dispuestos a la movilización hacia los ejes viales para llamar la atención del Estado.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
