La temporada de lluvias ocasiona emergencias en zonas de alto riesgo en el sector rural como urbano del municipio de Ocaña, donde los organismos adoptan medidas de prevención.
Los torrenciales aguaceros acompañados de fuertes vientos provoca la caída de un árbol sobre una vivienda afectando el techo. Por fortuna, solo se registraron daños materiales y no víctimas humanas, manifiesta el coordinador del Consejo Municipal de Gestión del Riesgo y Atención del Desastres, Fernando Sánchez Barbosa, quien un llamado a los líderes comunales para que adopten los planes de contingencias a la hora de una eventualidad y así evitar tragedias que lamentar durante la temporada alta de lluvias.
“Es fundamental que los presidentes de la Juntas de Acción Comunal estén pendientes de las escorrentías de agua, deslizamientos de tierra y agrietamientos de las viviendas para avisar inmediatamente a los organismos de socorro”, recalcó.
Indica que el riesgo mayor se viven en barrios subnormales donde los destechados construyen las casas sin medir las consecuencias posteriores.
“Se ha observado desprendimientos en lugares periféricos de la ciudad ya que gente arma los terraplenes para construir encima sin las mínimas condiciones técnicas”, agrega.
La misma situación ocurre con las personas que proceden a edificar en la ronda de los ríos y se exponen a las inundaciones. “Falta mucha conciencia y se exponen al peligro. Nosotros hacemos el monitoreo, pero para la limpieza no entra una máquina al lecho del afluente, por las construcciones”, precisó el funcionario.
Otro de los fenómenos es la remoción de tierra sin las licencias y permisos ambientales, lo que causa sedimentación en las partes bajas y obstruye los sistemas de desagües.
José Mauricio Velásquez Rincón, jefe de Planeación, señala que en lo corrido de la pandemia se han suspendido 400 obras que incumplen con requisitos mínimos legales.
“El Plan Básico de Ordenamiento Territorial exige desde 15 hasta 30 metros como cota de inundación y los constructores no respetan esa distancia. Con la Inspección de Policía se hacen las notificaciones para los estudios geotécnicos y si los riesgos son inminentes se puede ordenar la demolición”, afirma el arquitecto Velásquez.
Atención a los campesinos
El secretario de Vías e Infraestructura de Ocaña, ingeniero Yorby Franco Téllez, puso a disposición la maquinaria para el retiro de los derrumbes presentados en las vías de acceso a las distintas veredas del corregimiento Agua de la Virgen.
La adecuación de la carretera es importante para que los labriegos transporten los productos agrícolas hacia la plaza de mercado.
“También estamos haciendo una evaluación de los daños del acueducto de la vereda Nuevo Amanecer para hacer la inversión por el rubro de imprevistos y remediar la situación”, indicó.
El coordinador de la oficina de Gestión del Riesgos y Atención de Desastres, hace el diagnóstico encaminado a determinar el tipo de afectaciones y entregar el reporte a nivel departamental y canalizar las ayudas.
“La situación más crítica la viven campesinos de las veredas Mariquita, La Pacha, Nuevo Amanecer y San Pedro donde se registra una falla geológica bastante grande. Vamos a enviar a un especialista en la materia para tomar cartas en el asunto”, precisó.