En la recta final de la actual administración local presentó la renuncia irrevocable de su cargo el secretario de Educación, Cultura y Turismo del municipio de Ocaña, Raúl Rolando Castro Ojeda, quien desarrolló programas para mostrar las expresiones artísticas de la región.

El contador público de la universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña, participó en el concurso para proveer plazas en el sector educativo.

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“Raúl Castro nos acompañó desde principio de gobierno, deja su cargo porque ganó un concurso de docentes, le auguro muchos éxitos, sé de su capacidad profesional, los logros son merecidos y es un premio que la vida le ofrece. Deseamos lo mejor en el nuevo camino, la secretaría quedó muy bien estructurada”, indicó el alcalde Samir Casadiego Sanjuán.
 
Resaltó los avances en el sector educativo, cultura y la proyección turística de la región para mostrar los atractivos a propios y extraños.
 
De acuerdo a las inscripciones cada año logró impulsar la formación de mil niños en las escuelas de formación artísticas. 

“Recibió esa dependencia con 4 grupos y la entrega con 14 para descubrir los talentos entre la población infantil”, reiteró.

Casadiego destacó además la política de apoyar a los artistas ‘criollos’, especialmente durante la etapa crítica de la pandemia con el fin de mejorar las condiciones de vida. “Se brindó la ayuda a todos durante las actividades de los cumpleaños de Ocaña, Semana Santa, Semana de la Fraternidad y los carnavales”, indicó.
 
A través de los planes de concertación del Ministerio de Cultura se logró ejecutar programas artísticos para exaltar el talento local.

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Ante la vacante se dejó en calidad de encargada a la secretaria general de la alcaldía, abogada Karina Claro Sabbag, mientras se busca el perfil para continuar con los programas pedagógicos.
 

Los avances en sector de la cultura

Los promotores culturales de Ocaña reconocen la tarea del funcionario. 
 
El dramaturgo, Luis Fernando Guerrero Meza manifestó que entregó todo su potencial para canalizar recursos y promover los programas culturales.
 

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“No escatimó esfuerzos para apoyar las bellas artes como las danzas, música, teatro y grupos alternativos. Organizaba eventos con gran facilidad y hacía rendir los recursos para mejorar las condiciones de los artistas. Se va como maestro y sé que va a mostrar todo el potencial a la institución educativa a donde sea asignado”, precisó.
 

Gana el magisterio 

Tal vez el sueño frustrado fue la creación de la Casa de la Cultura para Ocaña en sus 450 años de existencia. Sin embargo, se buscaron espacios con el colegio José Eusebio Caro para la orientación de los niños.
 
También trabajó por el arreglo del Complejo histórico de San Francisco donde se desarrolló la gran Convención de Ocaña en 1828. Aunque no logró la intervención total, se canalizan 500 millones de pesos a través de la Unidad de Gestión del Riesgo para los primeros auxilios de la cubierta.

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“Estuve en el instante cuando se despide de los rectores quienes expresaron las voces de gratitud por los recursos conseguidos para mejorar la infraestructura educativa. La Alcaldía pierde a un buen funcionario y el magisterio gana a un gran maestro”, reiteró el especialista en artes dramáticas Luis Fernando Guerrero.

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