Tres años después de la emergencia con recursos propios la administración local ejecuta la restauración de la cubierta del templo histórico de San Diego de Boquiní en el corregimiento de Pueblo Nuevo, comprensión rural del municipio de Ocaña.
Debido a los riesgos el finado obispo de la diócesis de Ocaña, monseñor Luis Gabriel Ramírez Díaz, ordenó en plena pandemia el cierre del centro de concentración de los feligreses y las homilías se efectuaban en casas vecinas.
Los primeros auxilios corresponden a la primera fase para la recuperación del patrimonio histórico y cultural, lo que requiere la inyección de más recursos para promover el turismo religioso hacia el centro poblado.
“Hicimos un gran esfuerzo presupuestal para no permitir la caída del templo con una inversión de 120 millones de pesos y hoy podemos dar tranquilidad, no solamente a los habitantes del centro poblado, sino a los turistas. Resta pintar toda la edificación para activar ese lugar”, reiteró el mandatario.
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Los líderes seguirán tocando puertas a nivel departamental y nacional con el propósito de lograr la restauración total de esa reliquia arquitectónica que data del año 1797.
La intervención
La edificación considerada como uno de los principales legados arquitectónicos y patrimoniales de la región, había sufrido graves afectaciones en su estructura.
Ante esa situación la administración municipal tomó las medidas necesarias para intervenir en este emblemático templo y llevar a cabo las obras correspondientes para restablecer su cubierta.
Los trabajos internos, se llevaron a cabo utilizando materiales como lata y madera, con el objetivo de preservar las características originales de los techos lo que permitirá, en un futuro, la instalación del tejado sin necesidad de desmontar por completo la cubierta.
Una vez culminada esta intervención, el pasado domingo se dio inicio a los trabajos de limpieza en el interior de la iglesia, mediante la Secretaría de Gobierno y la Coordinación de Gestión del Riesgo en colaboración con la Junta de Acción Comunal, el comité Pro templo y el Cuerpo de bomberos, con el fin de dejar el templo en óptimas condiciones.
Tapar las goteras
El secretario de Vías, Infraestructura y Vivienda, ingeniero, Yorbi Franco Téllez, asegura que las restauraciones son de gran importancia para abrir el templo e impulsar el turismo en el centro poblado.
“Por la acción del invierno estructura de la cubierta se ha visto seriamente afectada y deteriorado con el paso del tiempo, lo que ameritó la intervención para restablecer los oficios religiosos”, precisó al recibir a cabalidad los trabajos desarrollados durante la presente vigencia.
“Con el contratista pudimos verificar que toda la cubierta ha sido plenamente restablecida para reactivar las actividades cotidianas con los feligreses y visitantes”, puntualizó.
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