El "delito" del FBI
McKayla Maroney centró su ira en la oficina local del FBI que había recogido su testimonio con detalles muy precisos sobre los ataques.
"No sólo el FBI no hizo una investigación, sino que cuando (los agentes federales) finalmente hicieron un informe 17 meses más tarde, hicieron declaraciones falsas sobre lo que había dicho", denunció la exgimnasta de 25 años, que había sido atacada cuando tenía 13 años.
Al falsificar su testimonio, "estos agentes del FBI cometieron un delito", destacó, denunciando la ausencia de sanciones adoptadas por el Departamento de Justicia que, según ella, "se negó a perseguir" a estos policías.
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Aly Raisman, quien reveló que había sido atacada a partir de 2010, denunció a Larry Nassar en 2015 a la Federación.
Sin embargo, "el FBI tardó 14 meses en contactarme a pesar de mis numerosas peticiones de testificar", dijo la exatleta de 27 años.
Maggie Nichols, de 24 años de edad y primera en declarar que había sufrido abusos sexuales, dijo que estaba "obsesionada con el hecho de que, incluso después de haber denunciado mis ataques, tantas mujeres y niñas sufrieron".
El director del FBI, Christopher Wray, pidió disculpas a las víctimas de Larry Nassar, admitiendo que "los errores fundamentales cometidos en 2015 y 2016 nunca debieron haber existido".
El agente que supervisó la investigación fue despedido, dijo, expresando su "frustración" por el hecho de que el agente encargado de la investigación no hubiera sido sancionado, ya que se había jubilado antes de las conclusiones de la Inspección General.
Éste había solicitado a la Federación un puesto de jefe de seguridad, que finalmente no obtuvo.
También señaló que en el FBI se habían iniciado varias reformas recomendadas en el informe de la Inspección General, incluida una mejor capacitación de los agentes en casos de abuso sexual.