Al relleno sanitario regional La Cortada de Pamplona van a parar todos los perros que los estudiantes universitarios abandonan cuando se van de vacaciones.
Es un hecho que se ha vuelto costumbre ver en ese sector cantidades de animales de todo tipo de razas y tamaño.
Algunos son llevados al sector por los propietarios y los dejan tirados a la suerte para que se alimenten de los desperdicios que encuentran en las bolsas de basura.
En marzo de 2020, las autoridades municipales y ambientales, en visita al vertedero regional de residuos sólidos contabilizaron más de 250 perros.
Ese hecho encendió las alarmas, porque había que controlar la situación para evitar que en pocos meses el número de crías se desbordara y se convirtiera en un problema de salud pública mayor.
La coordinadora ambiental de la Empresa de Servicios Públicos de Pamplona (Empopamplona), entidad que tiene a cargo el manejo del relleno sanitario, María Angelica Barón Buitrago afirmó que, ante el problema de vectores, en ese caso la población de perros, optaron por aplicar estrategias que permitan controlar la sobrepoblación.
“Estamos comprometidos en minimizar la reproducción de estos animales que se convirtieron en un problema para las labores en los predios del relleno”, dijo Barón.
Entre las primeras acciones, dijo que van a hacer jornadas de vacunación contra la rabia bajo la supervisión de la Dirección Local de Salud.
Al igual que esterilizaciones de machos y hembras para completar en los próximos meses un total de 75 animales.
La adopción
La ingeniera ambiental dijo que otro de los métodos para controlar la población consistió en entregar en adopción 24 cachorros de dos meses de nacidos.
La funcionaria precisó que las crías que entregaron van a estar bajo la supervisión de las autoridades ambientales y de los defensores de los animales.
“Estaremos pendientes para que en los hogares receptores les den buen trato y una alimentación segura”, indicó la profesional.
Sobre la cantidad de perros que todavía quedan en los predios, la funcionaria explicó que en el último censo figuran 160.
En el proceso participó una fundación defensora de los animales, la Policía Ambiental y funcionarios del área ambiental de Empopamplona.