Para poder atender las inquietudes, recomendaciones, denuncias y sugerencias de la comunidad, la Estación de Policía de Pamplona funcionó por dos días en el salón comunal del barrio Simón Bolívar.
En ese sector confluyen los asentamientos humanos El Arenal, Villa Cristina, Cristo Rey, Mirador, la Sagrada Familia y Brisas del Pamplonita.
También está la comunidad que habita en los llamados cambuches, localizados entre la urbanización Brisas del Pamplonita y la parte alta de Simón Bolívar.
El comandante de la Estación, capitán Harry Serrano, manifestó que la estrategia consiste en acercarse más a los ciudadanos, interactuar con ellos y lograr solucionar de manera inmediata las situaciones que estén generando impacto negativo.
“En el salón de la Junta de Acción Comunal (JAC) nos establecimos con el componente administrativo, el sistema de atención al ciudadano, el de medidas correctivas y demás acciones policivas”, dijo Serrano.
El oficial indicó que, en los dos días de trabajo, recibieron las quejas de los pobladores, con la colaboración de los miembros de la JAC.
Desde ese punto de la ciudad, durante las 24 horas, también planearon el servicio de policía del resto del municipio.
Acciones
“Atendimos de manera inmediata las quejas más frecuentes, entre ellas la situación que se genera con el asentamiento humano en inmediaciones de Brisas del Pamplonita”, detalló el comandante.
El capitán también se refirió al problema por el consumo de estupefacientes en la cancha del barrio Simón Bolívar y detrás del salón comunal, en donde se logró controlar la situación.
El comandante de la Policía enfatizó que estos espacios son frecuentados por los expendedores y consumidores, lo que genera temor entre los vecinos, quienes no pueden utilizarlos para la recreación.
“Se resolvieron más de 30 casos de policía, como también se impusieron 10 comparendos por comportamientos contrarios a la convivencia ciudadana”, añadió el comandante.
Agregó que las sanciones están relacionadas con el porte de armas blancas, consumo de estupefacientes en pequeñas cantidades, el no uso de tapabocas y la violación de las otras medidas preventivas de la COVID-19.
Serrano dijo que quedó el compromiso de hacer este tipo de actividades frecuentemente, para aumentar la percepción de seguridad en todos los sectores de la ciudad y contrarrestar el accionar de los delincuentes.
“Vamos a seguir haciendo presencia institucional en los sectores más apartados de Pamplona para conocer de cerca los problemas y poder atacarlos con contundencia”, expresó.
La presidenta de la JAC, Rosalina Mantilla, destacó que la Policía atendió las quejas de las comunidades y que es un hecho que esto favoreció la seguridad en esa zona del municipio.
La líder comunal explicó que, ante los brotes de inseguridad, solicitaron la presencia de la autoridad de policía y que en esta oportunidad lo hicieron por 48 horas.
“El principal problema que se tiene en el barrio es la venta y consumo de estupefacientes. Es una mal que se requiere exterminar”, afirmó Mantilla.
Pidió que se hagan más controles con el CAI (Centro de Atención Inmediata) móvil que donó en 2017 la Gobernación y que nunca ha cumplido con esa función permanente. También recordó que se tiene un lote para la construcción de la subestación de Policía y que no hay interés de hacerlo realidad.