El clima frío de Pamplona es ideal para la cría de ovejas y dos egresados de la Universidad de Pamplona vieron más allá del aprovechamiento de la carne y de la leche, para darle vía libre a un proyecto de emprendimiento productivo que tiene como base la lana de estos rumiantes.
Se trata de ‘Rochereaux’, que surgió a principio de año como una necesidad de mejorar las condiciones de vida de quienes habitan en el campo y se han visto afectados por la dinámica económica de la región.
El proyecto tiene como área de expansión la región sur de Norte de Santander y otros municipios del departamento. Para ello se plantea la creación de la Red de Productores de Ganado Ovino -de doble propósito y con aprovechamiento principal de la lana. La carne es secundario-.
Este proceso se fundamenta teniendo en cuenta la producción, transformación, distribución y comercialización de los productos.
La idea
Una de las gestoras del proyecto es la economista de la Universidad de Pamplona, Nayla Andrea Díaz Rangel, quien indicó que el propósito de la conformación de la Red es poderle ofrecer a los miembros asesoría para que certifiquen las fincas.
Además del acompañamiento para que mejoren los rebaños con nutrición adecuada, sanidad y manejo reproductivo con machos de buena calidad genética.
Esto quiere decir que los socios se convertirán en proveedores de lana virgen como materia prima para la elaboración de productos tradicionales de alto valor cultural.
La meta es contar con los recursos financieros y disponibilidad de un alto volumen de animales para establecer en Pamplona el Centro Cárnico Agroindustrial de Especies Menores de Norte de Santander (CCA), que se encargará de efectuar todos los procesos de sacrificio, corte, empacado al vacío con alto contenido nutricional, buen sabor e inocuidad.
Además de los requerimientos ajustados a los controles sanitarios y normativos del sistema de producción cárnica.
Para Díaz Rangel el CCA se destacará como uno de los elementos fundamentales para garantizar un producto apto que conservará la cadena de frío para que se cumpla una óptima comercialización a nivel local, regional y con miras a la exportación.
“En estas zonas están dadas las condiciones para empezar una producción a gran escala, pero necesitamos suficientes animales y en eso se trabajará”, dijo.
El propósito, según esta emprendedora y economista, es mejorar el modo de vida de la gente del campo y contribuir al desarrollo industrial de Norte de Santander.
La red
Desde hace varios meses se empezó a dar a conocer el proyecto a los productores campesinos de la región sur de Norte de Santander y se han invitado a que hagan parte de la Red.
De acuerdo con la gestora la idea de fortalecer la producción ovina nació porque de acuerdo con estudios en la región hay aproximadamente 40 campesinos, que tienen pocos animales para suplir las necesidades de un mercado reducido.
“Hemos visto que la cría de ovejas la hacen artesanalmente. La idea es llevarles programas técnicos y de mejoramiento de crías para que se pueda sacar lana y carne de mejor calidad”, dijo.
Según la economista se necesita el acompañamiento de instituciones gubernamentales para empezar las capacitaciones, a fin de convertir las fincas en granjas ganaderas certificadas y así se mejore la calidad de los rebaños.
En lo relacionado con la lana virgen, enfatizó que la Red dispondrá de volúmenes de fibras con altos estándares de calidad para la producción constante de tejidos (bolsos) y de equipos como ruecas, telares, lavadoras, cardadores y básculas para pesaje.
También es indispensable asesoría para el diseño de productos, empaques, etiquetado, implementos de salud ocupacional, publicidad, catálogos para la promoción de los productos y otros medios de comercialización.
Según la emprendedora y economista, Neyla Andrea Díaz Rangel, han presentado la propuesta ‘Rochereaux’ en varias instancias y se espera el apoyo financiero para empezar a trabajar en el fortalecimiento del sector ovino de Norte de Santander.